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Juntos
Un poco de nuestra historia...
la mejor parte de mi vida
Por Vinicio Jarquín C.,
con Luis Fernando Sánchez H. |
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Un poco de historia: |
Tres años después de que empezara el nuevo milenio;
y cuando estaba por acabar el primer mes de ese año
que seguramente esperaba que fuera maravilloso, mi "modem"
intentaba conectarse a Racsa. Eran aquellos tiempos
en que teníamos que tener paciencia y esperar la
conexión, tal vez telefónica, entre pitos y pitazos.
Finalmente estaba conectado a la Red Internacional
conocida como "Internet".
Una vez dentro de ese avance en comunicaciones,
entré al chat público que solía visitar con alguna
regularidad, y ahí estaba él; tal vez esperándome o
esperando por la vida. Cuando me vio entrar me
saludó, conversamos un poquito y me invitó a cenar;
acepté unos días después. Pasó a buscarme y fuimos a
conocernos el día 5 de febrero del 2003;
maravillosos, formidables e impensables años. A la
semana siguiente se fue de viaje para Asia, y un mes
después regresó añorando que yo estuviera
disponible; y yo estaba aquí, ilusionado porque ya
no tendría que esperarlo más.
Febrero del 2003, era una nueva apuesta. Esperaba
encontrar lo mejor que pudiera. Estaba a pocos
metros y pocos minutos de empezar a vivir no sólo la
segunda parte, sino lo mejor de mi vida. Me monté al
carro y me enamoré por siempre.
Ha sido una vida de bendición. Hemos creado una
familia, ahora hasta con hija, y nos hemos conectado
a la familia del otro. Me siento muy querido en
compañía de sus hermanos y parejas, así como con
sus sobrinos y primos; y él es una pieza de gran
importancia dentro de mi núcleo familiar, incluyendo
a mi abuelita que llegó a vivir ciento dos años.
Muchas son las circunstancias en las que hemos
estado juntos y siendo testigos.
Juntos estuvimos para darle la partida a personas
importante, mi papá, el suyo, y a nuestro querido
Norman que aunque era mi hermano, llegó a ser
también el de él; vimos el nacimiento de Jimena y
Santiago, mis chicos; y decidimos la llegada de KiKa,
y ella nos escogió al vernos juntos.
Nuestra relación es como la de aquellos que pasan
mucho tiempo juntos. Cada uno sabe qué esperar del
otro, qué quiere comer, qué respondería a
determinada pregunta o cómo actuaría en una
situación en particular. Como aquellos -viejitos-
uno empieza los cuentos y el otro los termina; no
nos podemos contar chistes nuevos, y muchas veces
respondemos: "sí, ya me dijiste".
Nos conocimos en mis treintas, estamos en mis
cincuentas, por lo tanto juntos estuvimos todos mis
cuarentas. Hemos compartido la mesa miles de veces,
sólo nosotros y con más personas; y hemos tenido
unas conversaciones vanas y otras de esas que hacen
que el mundo se detenga.
Juntos hemos visto crecer nuestras empresas, y hemos
pintado nuestras mejores obras en artes plásticas.
Hemos ido juntos a varias bodas en las que parejas
heterosexuales se declaran amor eterno, así como
bautizos de niños que llegan a formar parte de
nuestra familia y funerales de aquellos que han
partido a una vida mejor. Juntos hemos celebrado con
más de un centenar de amigos y familiares la llegada
de la -media teja- de cada uno.
Juntos hemos comprado tres pares de anillos, el
primero de ellos con figuras del Kokopelli en Santa
Fe de Nuevo México; el segundo con piedras preciosas
del suroeste de los Estados Unidos, en otro viaje a
esa misma ciudad tres años después; y el tercero con
Lapislázuli y Crisocola en Santiago de Chile, que
los usamos cada día como símbolo de nuestro amor por
siempre. |
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Capacitaciones: |
Juntos hicimos el seminario Insigth I que nos brindó
herramientas generales para la vida. Luego llevamos
el Insight II para reconocer y luchar contra nuestro
personaje limitante, e hicimos el Insight III para
aprender a vivir en neutralidad. Más tarde en la
vida, juntos fuimos un mes a Santiago de Chile, para
recibir el seminario Insight IV, aprendiendo las más
avanzadas y vivenciales técnicas de liderazgo,
completando así nuestro recorrido por esta
disciplina. Todos ellos nos han permitido ver la
vida de una manera mejor.
Ambos nos licenciamos en programación
neurolingüística (PNL), más adelante completamos el
Master, y finalmente la certificación de Coaching
personal y de equipos, bajo la dirección de Sara
Mizrahi, siendo ahora nuestra amiga.
Aunque por separado cada uno llevó el nivel básico
de Psych-K de Pedro Ulibarri, luego juntos recibimos
el avanzado con Marta Vargas, y estuvimos con Owen
Fitzpatrick en el seminario de Carisma, y años
después en el Storytelling; y fuimos a varios
talleres de Allan Loría, como el “Tu huella, tu
marca” y el de “Marca personal”. |
Records: |
Juntos hemos estado en los extremos del planea,
visto desde Costa Rica. Fuimos cerca del Polo Norte
y del Polo Sur.
Lo más al norte que estuvimos juntos fue en
Finlandia, muy cerca del Círculo Polar Ártico, lo
más al sur en la Patagonia, en el Hemisferio Sur, la
primera vez que estábamos bajo el hueco de la capa
de ozono, cerca del Cabo de Hornos. Lo más al Oeste
en Australia y lo más al este en los Emiratos Árabes
Unidos. Lo más bajo tierra en Holanda, a dos metros
bajo el nivel del mar; y lo más alto en La Raya, en
los Andes en Perú, a pesar de haber estado caminando
por Los Alpes. |
Mares y lagos: |
Juntos hemos caminado codo a codo por los senderos
de Costa Rica, y volado por más del 30% del planeta;
y hemos vivido amaneceres y atardeceres en más de
doce mares en el mundo, siendo el Océano Pacífico,
el Océano Atlántico y el Mar Caribe, el Mar Báltico,
el Mar de Tasmania y el Mar del Norte, el Mar
Arábigo, el Golfo de México, el Mediterráneo, el Mar
de Marmara, estuvimos en el Tirreno en Italia, el
Adriático, el Golfo Pérsico en el Océano Índico e
hicimos -snorkeling- en el Mar de Coral entre
Australia y Nueva Zelandia, en la Isla del Coco y en
la Isla Granito de Oro. Navegamos por el estrecho
del Bósforo para conocer el Mar Negro, y desde el
avión hemos visto la Península de Yucatán y el Mar
Rojo volando desde Dubai hacia Madrid.
También juntos hemos visto grandes y famosos lagos,
como cuando hicimos el cruce de los Lagos en la
Cordillera de los Andes, que atraviesa Argentina,
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y parte de
Venezuela, estando en la región Nahuel Huapi hacia
la Patagonia, desde Puerto Mont hacia Bariloche; el
Lago Di Garda en Italia, el Lago Llanquihue, el de
Todos Los Santos y el Lago Frías, o cuando navegamos
por el Titicaca, o cuando vimos el de Zurich, y el
de Lucerna en Suiza, el Michigan en Chicago en
Estados Unidos, el Ontario en Toronto, los "Mirror
Lake" y "Wakatipu" en Queenstown en Nueva Zelandia
de un color azul hermoso, que recorrimos a bordo del
barco de vapor el "TSS Earnslaw”, que se lanzó por
primera vez en 1912"; también estuvimos en Puerto
Varas, El Calafate y el Glaciar Perito Moreno; el
Petrohué en el Parque Nacional Vicente Pérez
Rosales, Peulla, Puerto Alegre, Puerto Blest, el
monte nevado Tronador, Puerto Pañuelo y el Cerro
Campanario; la Bahía Bajo de las Sombras, la
Península de Magallanes, el Canal de los Témpanos,
la Laguna Rodrigo de Freitas, el Parque de Flamenco,
Viña del Mar y Valparaíso.
En New York vimos en dos oportunidades las
Cataratas de Niágara en ese mismo estado, y cruzamos
para verla también desde la orilla canadiense en
Toronto, que fue la primera vez que juntos recibimos
una nevada cuando llegamos a "Niágara by the lake".
En una de nuestras visitas a la zona, y vestidos con
ponchos impermeables, navegamos junto a las
cataratas, quedando mojados por la brisa y la furia
de la caída de aguas.
Juntos hemos visto el Rin, el río Elba en Alemania,
el río Viena, el Sena, el río Moldava, el Urubamba,
el río Guayas, el Potomac, el río Moselle en
Coblenza, el Danubio, el Flandes, el Po, el Támesis,
el Arno, el río Neckar en Heidelberg en Alemania, el
río Manzanares, el Tiber, el Limago en Zúrich, el
Salzach en Salzburgo, atravesamos el río de la
Plata, con un ancho de 100 kilómetros para llegar a
Uruguay para conocer Montevideo.
Así como hemos visto otras muchas maravillas de la
naturaleza y otras tantas creadas por el hombre.
También atravesamos en tren en ferri desde Alemania
hasta Dinamarca, cruzamos la bahía desde Vancouver
hasta la isla Victoria y Canadá, y navegamos por la
bahía de Guanabara en Las tierras cariocas con vista
a la Ciudad de Niteroi. |
Desiertos: |
Juntos tragamos arena en el Gran Desierto de
Atacama, y aprovechamos para deslizarnos en sus
enormes dunas, antes de hospedarnos en el
maravilloso oasis de Huacachina. Jugamos recorriendo
las arenas en buggies a gran velocidad.
Estuvimos en las tierras rojas del desierto
australiano, con todas las luces apagadas, viendo la
Cruz del Sur, Y nos deleitamos apreciando la Vía
Láctea. Tuvimos contacto con bichos e insectos que
no conocíamos, mientras disfrutábamos de un BBQ
preparado por locales.
Vimos la luna llena en el Gran Desierto de Atacama
en Perú, y un par de años después la volvimos a ver
en el Desierto de Arabia en Medio Oriente, en cuyas
rojas arenas corrimos en Hummer a gran velocidad,
saltando en sus dunas, escuchando la canción “Ghost
Town” de Adam Lambert
En el Sahara nos volvimos a montar en camellos mal
olientes para recorrer el desierto y fotografiar las
pirámides de Egipto.
Estuvimos en Lima, que es la segunda ciudad más
grande del mundo construida en el desierto, superada
únicamente por El Cairo, que también visitamos
juntos. |
Cruceros: |
Juntos hemos hecho varios cruceros por
diferentes partes del mundo, en tres continentes.
El primero de ellos fue a bordo del Prince
Albert II de Silver Sea, una de las dos mejores
navieras del mundo. Salimos de Puerto Caldera y
recorrimos algunos puntos de interés en el Océano
Pacífico. Nadamos entre tortugas y tiburones en la
Isla del Coco, en donde además experimentamos un
gran aguacero como nunca antes vimos, mientras
éramos cuidados por un grupo multidisciplinario que
formaba parte del "staff" del crucero siete
estrellas; luego de haber navegado al lado de
ballenas y acompañados de delfines, cuando pasamos
cerca de la salida del Golfo Dulce en Costa Rica con
rumbo al sur en el Pacífico.
Llegamos a Gorgona en Colombia, y a la Isla de la
Plata en la pequeña Galápagos, y ahí conocimos a los
Piqueros de patas azules, y más tarde los de patas
grises.
Hicimos kayaks y snorkeling en la Isla Granito de
Oro, solitaria en medio del Pacífico, en donde el
personal del barco, vestido con frag en pantalones
cortos, nos ofrecieron Cosmopolitans, famosos
cocteles de "Sex and the City".
Nuestro segundo crucero fue en el Vogager de
Regent,. Recorrimos el Mar Báltico. Alimentamos
palomas en el piso 12 de nuestro crucero, frente a
las costas de Helsinki en Finlandia, viniendo de lo
que era Leningrado; mientras nuestro mayordomo, el
primero que teníamos en un barco, preparaba nuestras
cosas en la habitación.
Estuvimos en un pueblo Hippie en Dinamarca, en donde
nos prohibían tomar fotografías porque era dañino
para el alma, pero seguramente nos hubieran dejado
consumir toda la droga que deseáramos.
Estuvimos en Estonia, Letonia y conocimos la
residencia de verano de Pedro el grande en las
afueras de San Petersburgo, aunque también
recorrimos la ciudad en coche, bus y barco.
Finalmente nuestro barco llegó hasta Estocolmo en
Suecia.
Juntos navegamos por el Rin durante una
semana desde Basilea hasta Ámsterdam, llegando justo
a la floración de los tulipanes, ahí aprovechamos
para recorrer los canales, y conocer los molinos de
viento en "Zaanse Schans", las fábricas de quesos en
Volendam y la producción de zuecos de madera.
Conocimos juntos el "Keukenhof Garden" que es el más
grande y espectacular jardín de flores del mundo,
con tulipanes de múltiples colores; es un escenario
hasta donde la vista alcanza.
En el trayecto desde La Comunidad Helvética hasta
los Países Bajos desembarcamos en Breisach en
Alemania, una ciudad que data de hace más de 4000
años; estando ahí aprovechamos para cruzar a la otra
orilla y visitar el "Alsatian Wine Tour" en Colmar,
ciudad francesa conocida como "La Pequeña Venecia".
También paramos en Estrasburgo, que parece ser uno
de los pueblos más hermosos de Europa, y conocida
como la ciudad más alemana de Francia; caminamos por
su centro histórico, Patrimonio Unesco de la
Humanidad, fuimos a la "Place de la République".
También juntos, y desde el barco, nos bajamos en
Speyer en Alemania y caminamos por la pintoresca
ciudad fundada por los romanos, para hacer un tour
en Heidelberg, en ese mismo país, siendo una ciudad
conocida como la casa de las más antiguas
universidades en Alemania, e inspiración para muchos
grandes escritores y artistas en general, con vistas
medievales, y caminamos por Neckar Platz, por calles
angostas desde donde se podía admirar el castillo de
la ciudad.
Juntos almorzamos en Rudesheim, una villa en el
corazón del Rin, en el centro de Alemania. Estuvimos
en Koblenz, que es una ciudad alemana que ha
cambiado de manos siete veces entre este país y
Francia; y finalmente llegamos a Cologne en donde la
familia Farina inventó el agua de colonia.
Fuimos dos de los doce pasajeros en un
crucero con capacidad para más de cuarenta personas,
con nuestro guía privado, por el río Nilo. Estando
ahí, en medio de un atardecer africano, encontré mi
propósito de vida, navegando desde Luxor a Aswan.
Hicimos un crucero de río por el Danubio, en
nuestro recorrido por la Antigua Yugoslavia. Luego
de haber estado en Frankfurt en Alemania y unos días
en Varsovia en Polonia, viajamos por carretera hasta
Cracovia en ese mismo país y luego a Bucarest en
Hungría, en donde tomamos el crucero.
Fuimos a Kalocsa, también en Hungría, y a Vudokar en
Croacia, en donde cenamos en una casa de la
localidad y luego un almuerzo con estudiantes
universitarios locales.
Navegamos por Belgrado en Serbia y pasamos los “Iron
Gates” (las exclusas), teniendo a Hungría de un lado
y a Eslovaquia del otro; ambas naciones que de todos
modos ya habíamos visitado en otro viaje a Europa.
Llegamos a Ruse en Rumanía y luego seguimos a
Bucarest en ese mismo país, y juntos estuvimos en la
casa en donde nación “El Conde Drácula” y luego la
casa en la que vivió, según cuenta la leyenda
iniciada por Vlad el empalador.
En esa ocasión aprovechamos para visitar los guetos
de Varsovia y Cracovia y los campos de concentración
de Auschwitz y Birkenau, haciéndonos sentir uno de
los mayores dolores de nuestra vida, y donde me
llegó la inspiración para escribir mi libro “El
Viaje”, con la idea de hablar sobre el resurgimiento
de la humanidad, y de cómo cada uno debería hacerlo
de manera individual.
Juntos tomamos otro crucero, el sexto en
total, el tercero de mar y el segundo de la naviera
Silver Sea, para recorrer las Antillas Menores, a
bordo del Whisper; con un lujo y atención del nivel
de 7 estrellas, otra vez. En esta oportunidad
volvimos a tener mayordomo durante el viaje.
Viajamos desde Barbados hasta Fort Lauderdale,
visitando varias de las islas en el camino.
En Barbados, nadamos con tortugas en Harrison´s Cave
en Bridgetown. En esta misma ciudad visitamos las
cavernas, en donde vimos ríos subterráneos, lagos y
cataratas, además de las estalactitas y
estalagmitas, la Gran Catedral, creada por el agua
entre piedras. Hicimos una caminata en "Welchman
Hall Gully" en el bosque lluvioso, e hicimos
snorkeling en sus aguas color turquesa. Juntos
pasamos a la deriva, con el personal del barco,
hasta que fuimos remolcados por amigos de nuestros
guías.
Juntos estuvimos al norte de Trinidad y Tobado,
cerca de Venezuela, en Saint George´s, en Grenada.
Ahí aprovechamos para visitar productoras de
especies en Dougaldston Esttate, Gouyave Nutmeg
Factory y Concord Falls, donde la nuez moscada y los
árboles de cacao crecen a lo largo de los flancos de
las colinas de la selva tropical.
Piloteamos nuestros botes en las aguas cristalinas
del Caribe, en los E-Sea Rider, un bote inflable
para dos personas, y exploramos la idílica laguna de
San Jorge, Carenage de St. Goerge´s, e hicimos un
rato de snorkeling. Juntos estuvimos en Concord
Waterfalls.
Juntos vivimos la vergüenza de que nuestro mayordomo
no había confirmado
la invitación que recibimos para cenar en Silversea,
pero finalmente resolvimos el problema, y juntos
hicimos una sesión de Coach a una de las directoras
del Crucero, mientras cenábamos invitados por ella.
En Bequia, Saint Vicent and the Grenadines,
contratamos un taxi descapotable y fuimos juntos a
Mt. Pleasant, Paget, el mirador de Spring o Spring
View, el santuario de las tortugas, y conocimos
desde muy pequeñitas, hasta algunas más grandes que
una almohada. También conocimos Fort Hamilton, y en
Spring Hill Road, junto a la calle, pudimos ver
árboles de canela, y olimos el delicioso aroma de
las hojas de laurel.
Estuvimos en Fort de France, en Martinique, que es
una isla con estatus de departamento de ultramar
francés, ubicada al norte de Santa Lucía en el Mar
Caribe. Visitamos la parte norte de la isla.
Estuvimos en la Iglesia Sacré Coeur de Balata y su
increíble punto de vista en la bahía. Cruzamos el
bosque tropical que conduce la "ruta de la huella",
las antiguas carreteras que unen Fort de France con
St Pierre - un entorno salvaje y natural en el
corazón del bosque tropical de Martinica.
Descubrimos la caída de agua "Saut du Gendarme",
paramos en una fábrica "De Paz, de ron local, creada
en 1651. Luego descubrimos la capital formal de
Saint Pierre y su trágica historia. Visitamos las
playas de arena negra, y regresamos por la carretera
costeña caribeña.
Aquí en Martinique, en una de las islas del Caribe,
visitamos juntos Balata Church, construida en 1915,
que casualmente es el año en que nació mi abuelita y
Edith Piaf. Es una réplica de la Basílica del
Sagrado Corazón en Montmartre en Paris, que también
conozco.
En Gustavia, en Saint Barts, otra de las islas
francés del Caribe, juntos rentamos un carro para
recorrer la isla por nuestra cuenta, y hacer algunas
compras. Visitamos casi todas las playas de la
rocosa y empinada isla, y nos encantó St. Jean,
además de ser la primera vez que teníamos un carro
rentado en territorio europeo.
En Saint John´s en Antigua, que fue nuestra sexta
parada en las Islas del Caribe en nuestro crucero
del 2017, juntos conocimos el Fort James Beach and
Fortress, las playas blancas del Caribe, St. John´s
Harbor, Nelson´s Dockyard, las ruinas de Blockhouse
y Shirley Heights. |
Espectáculos /
Museos / Bailes: |
Juntos hemos sido testigos de la fantasía de Disney,
Epcot, Universal Studios y otros en Orlando con
Paola Fallas, y de la magia de obras de Broadway en
New York, como cuando lloré varias veces viendo "El
Rey León", o cuando presenciamos "Wicked", "The Book
of Mormon", "42nd Street", "Chicago" y "El Fantasma
de la Ópera", así como "Pippin" en Washington o "Los
Miserables" en la capital británica. Además vimos
"Hombres de Azul" en Nevada, concierto de Beethoven
y Mozart en Viena, "El Cascanueces" dos veces en
San José, una de ellas con mi sobrina Jimena
Valdivieso, y "The Christmas Spectacular Show" en el
"Radio City Music Hall" en La Gran Manzana, una
formidable presentación que incluía a las Roquets;
el "Teatro Negro" de Praga en la República Checa, en
donde disfrutamos "Ta Fantastika" con "Aspects Of
Alice"; "Don Quijote" en la Ópera de Viena en
Austria, Il Divo en Costa Rica; "El Barbero de
Sevilla" en "The Opera House" en Sídney, y estuvimos
en la inauguración de la temporada de la ópera
lírica en la Arena de Verona, en la otrora casa de
Mussolini. En esa oportunidad nuestro chofer, que
regresó a su casa luego de dejarnos, dice habernos
visto en vivo en la RAI, que es la cadena nacional
de la televisión italiana.
También hemos estado en varios espectáculos del
Circo del Sol; en Las Vegas vimos "Zumanity" y "Ka",
que es un ataque a todos los sentidos y no podíamos
creer lo que estábamos disfrutando; estuvimos en "La
Nouva" en La Florida, también con Paola Fallas, y en
Costa Rica presenciamos "Varekai" y "Corteo"; este
último muestra el funeral de un payaso; así como
hemos visitado formidables museos como el de Dubai,
el Smithsonian, el de Botero, el MEP y el Moma en
New York, el museo de Van Gogh y el Museo Nacional o
"Rijks Museum", ambos en Ámsterdam; el Museo de
Orsay en París, la Galería Nacional de Washington,
el museo de Historia Nacional de Washington, el del
Vaticano, el Museo de Arte Catalán en Barcelona, el
Museo de Jade en Cartagena, el de Tasmania y el de
Georgia O'Keefe en Nuevo México, el museo del South
West en Phoenix, y el Museo de Rotorúa, así como
hemos fotografiado, incluso sin permiso el interior
de las pirámides en Memphis, la Piedad del Vaticano,
el David de Miguel Ángel, y algunas maravillas
creadas por Rembrandt, Monet, Manet, Cezanne,
Gouguin y Picasso.
También hemos disfrutado de bailes típicos rusos en
su país en el norte de Europa, Samba en Brasil,
danzas autóctonas en Budapest, un show de tango en
la Esquina de Carlos Gardelen Buenos Aires, y
asistimos a ver "Carmen en Flamenco" en la Gran Vía
de Madrid, invitados por Doris Goldewick; sin dejar
de mencionar que caminando por el Puente de los
Suspiros en Bogotá, nos detuvimos para que Ana Elena
Correa, una amiga, nos cantara profesionalmente "La
flor de la canela".
Juntos lucimos nuestras mejores “galas de viaje”,
sentados en una mesa perfectamente colocada en el
Moulin Rouge, disfrutando de un espectáculo de esos
que te cautivan para siempre. |
Palacios: |
Juntos hemos visto los palacios de al menos una
docena de familias reales, incluyendo casas de zares
rusos en San Petersburgo, sultanes turcos en
Estambul y templos faraónicos del antiguo Egipto,
además de las formidables e impensables casas de
tres emires en los Emiratos Árabes Unidos, que es
probable que hagan palidecer al Palacio de
Buckingham.
En la capital de La República Checa vimos El Palacio
del Arzobispo, el Castillo de Praga, el Castillo
Marksburg en Coblenz, que es el único en el Rin que
nunca fue destruido y ha continuado ocupado por más
de 700 años. El Castillo de Bratislava, el Palacio
de Lobkowicz y la Plaza de San Wenceslao, así como
la torre del ayuntamiento con el reloj astronómico
medieval, en donde nos encaramamos para tomar fotos;
hemos visto el Palacio de Belvedere, el Palacio
Imperial de Hofburg y el Palacio de Schönbrunn en
Austria; el Palacio de Mirabell, el de Helbgrunn en
Salzburgo; el Palacio de Buckingham en Londres,
varios palacios en Estocolmo y los parlamentos de
Viena, Londres y El Cairo.
En Ámsterdam estuvimos frente al Palacio Real y la
casa oficial de su Majestad la Reina, y en San
Petersburgo caminamos los pasillos de la casa de
verano de Pedro el Grande. |
Monumentos o arquitectura,
y similares: |
Juntos, en Budapest, cruzado el Puente Elizabeth, la
Plaza de los Héroes, La Opera que es un ejemplo del
neo renacentismo, el Bastión de los Pescadores con
magníficas vistas del Parlamento y del Danubio, el
Puente de Margarita, el Barrio del Castillo, el
Monumento a Esteban I El Santo, y la Galería y el
Museo Nacional.
Hemos estado de pie frente al Obelisco en la capital
de la Unión Americana, el Cementerio de Arlington,
La Casa Blanca, la Casa de la Moneda, El Monumento a
Jefferson y el Monumento a Lincoln; el "Vietnam
Memorial" y el "Korean Memorial", "The Reflection
Pool", "Rockefeller Center" y "World Trade Center";
también en la Gran Manzana frente a la Estatua de la
Libertad, el Empire State y el Crysler.
El Capitolio y el Pentágono en Arlington, el
Departamento de Estado, la OEA, el Congreso y en la
sala de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas; el Canal de Panamá, las exclusas Del Río
Danubio y las Del Río Nilo, el Cristo Redentor y la
montaña Pan de Azúcar, Corcovado y el Maracaná en
Río de Janeiro en Brasil; el Volcán Osorno y el
Volcán Calbuco en Chile, además estuvimos en Pompeya
y fuimos testigos de la destrucción causada por la
erupción del Volcán Vesubio, que se mantiene erguido
y amenazante.
Vimos juntos el London Eye en Inglaterra y el
Melbourne Star en Australia. Vimos juntos la Casa
del Parlamento en El Reino Unido; la Sirenita en
Copenhague, los Monasterios de Antigua en Guatemala
y las misiones en California, estas últimas en un
recorrido de dos semanas desde Los Ángeles hasta San
Francisco, conociendo Santa Mónica, Santa Bárbara,
Malibú, San José y otros "pueblos" icónicos, que
aunque ambos conocíamos esa ciudad, ahora la
visitábamos juntos, además el Golden Gate y las
mejores atracciones de Castro Street. Juntos
estuvimos en la Casa Rosada en Argentina en la Plaza
de la República, también en la Plaza de Mayo, San
Telmo y la Boca, el Caminito del tango, Puerto
Madero, el Retiro, la Recoleta, el Teatro Colón, las
Milongas y los Salones del Tango.
Los nombres de algunas ciudades o países se me
confundían cuando era joven, pero juntos hemos ido
eliminando esas confusiones porque estuvimos en
“Suiza y Suecia”, en "Eslovenia y Eslovaquia" y en
"Dubai y Abu Dhabi"; ahora solo nos quedaría
pendiente "Irán e Irak" pero las posibilidades son
bastante escasas.
Juntos visitamos algunos cementerios grandes de las
ciudades a las que llegamos. Vimos la tumba de John
F. Kennedy en la capital norteamericana y la de
Evita Perón en Argentina.
Juntos hemos visto la Torre Eiffel, los canales de
Venecia y la Plaza de San Marcos en esa misma
ciudad, el Valle de los Monumentos en Utah, que si
la vida fuera una fábula, sería aquí donde hubieran
filmado la serie de El Correcaminos. Llegamos hasta
ahí pasando por Sedona y Flagstaf utilizando la ruta
histórica interestatal 66. Vimos los saunas
naturales de Finlandia; el mercado de pescado y el "Space
Needle" en Seatle; el Domo de Florencia y el
mausoleo de los Medici ahí mismo; la Fontana Di
Trevi, las casas coloniales de Savannah Georgia y
Charleston en Carolina del Sur, Wilmington en
Carolina del Norte y CN Tower en Toronto; el Emirate
Palace que es el hotel siete estrellas de Abu Dhabi
en donde se hospeda solo la realeza; así como hemos
visto formidables construcciones que sirven de
ayuntamiento y casas de gobierno en decenas de
capitales. También nos vio pasar la Puerta de
Alcalá, la Puerta del Sol, la Plaza Mayor, Champs
Elysees y el Arco del triunfo; estuvimos en las
ventas de arte callejeras en Mont Martre luego de
fotografiar el Moulin Rouge la primera vez que lo
veíamos, y fue hasta nuestra segunda visita a Paris
que pudimos estar en un espectáculo del teatro,
sentados a la mesa y tomando Champagne.
Juntos caminamos por el Ponte Vecchio en Florencia
en Italia, atravesamos el Puente de las Cadenas en
Budapest, el Puente de Carlos sobre el río Moldava,
que conecta a la ciudad pequeña de Praga, y años
después paseamos por el Malecón de Guayaquil.
También estuvimos que lo que fue la grandiosa ciudad
de Toledo en la llanura de La Mancha, que cuenta la
historia del Quijote y sus andanzas, y caminamos por
las arenas de Positano, en la costa Italiana, muy
cerca de Nápoles y de la Isla de Capri.
Juntos estuvimos varias veces en el Burj Khalifa en
Dubai, que es el edificio más grande del mundo, y en
el Burj Al Arab que tiene habitaciones de entre uno
y siete millones de colones diarios que tardaron
diez meses enfriándolo una vez que encendieron el
aire acondicionado, haciéndolo despacio para no
crear una nube interna que pudiera llover y dañarlo.
Juntos estuvimos en Cataluña en donde comimos tapas
y tomamos sangría en un restaurante en la acera,
antes de caminar por el Puerto en el Mediterráneo,
Las Ramblas, el Barrio Gótico y cuanta callejuela
nos encontrábamos, y admirando construcciones de
Gaudi. Días después, en esta misma ciudad y con
nuestros dos guías privados y especializados, fuimos
a conocer Park Güel, el Parque La Ciudadela frente
al Parlamento, el formidable Mont Juic sobre la
colina, con sus fuentes asombrosas, construido para
el tiempo de la Exposición Universal de Barcelona,
todo esto antes de reunirnos para cenar con Andrea y
Luis Carlos, nuestros sobrinos Sánchez. Pasamos
juntos por la sede de la Inquisición Española,
aunque ya habíamos estado en un lugar similar en
Bogotá, causándonos el mismo dolor. Caminamos por la
Gran Vía de las Cortes Catalanas, la famosa casa La
Pedrera de la familia Milá, que fue lo último que
construyó Gaudi antes de dedicarse por completo a la
Sagrada Familia, los últimos quince años de su vida,
antes de ser atropellado por el tren. Pasamos por el
Paseo de la Gracia similar a la Quinta Avenida de New York o Champs-Elysées en Paris, que es el lugar
en donde los millonarios, nobles y burgueses tenían
sus casas para que los pobres los vieran tomar café.
Juntos conocimos el Manneken Pis en Bruselas,
caminando hacia él desde la Gran Plaza al lado de
Jean Paul Gaultier, antes de intercambiar unas
palabras con él, en la ciudad en donde inventaron
los Pitufos, disfrutando el momento al máximo con
Jorge Moya y Ben. Nos regalaron banderas de la
diversidad, pero tuvimos que dejarlas porque
estábamos a punto de volar al mundo árabe, cuyos
países tienen nivel importante de homofobia
institucional.
En Roma y en Ciudad del Vaticano, que hemos visitado
un par de veces, disfrutado la Piazza Navona, El
Panteón de Agripa, El monumento de Vittorio Emanuele
II o Altare della Patria, La Piazza Venezia y la
Colina Capitolina, La Fontana di Trevi, Spanish
Steps o las escaleras de La Plaza España hasta la
iglesia Trinita dei Monti y la barroca Fontana della
Barcaccia, Parco Borguese, el Castillo de San
Ángelo, conocido como el Mausoleo de Adriano o Mole
Adrianorum, es un monumento romano situado en la
orilla derecha del río, en frente del Pons Aelius
(actual puente de Sant'Angelo), a poca distancia de
la Ciudad del Vaticano. Fue ahí donde me inspiré
para escribir mi libro “La segunda inquisición”.
Juntos estuvimos disfrutando varias de las grandes
obras de Gaudí en Barcelona, y en Bélgica visitamos
el Átomo, “Mini Europa”, la casa del Rey y los
jardines reales. |
Iglesias y templos: |
Juntos hemos visitado las más grandes iglesias del
mundo incluyendo el Vaticano, la Basílica de San
Pedro, la Capilla Sixtina y otras grandiosas de
Roma, la Catedral de San Patricio en New York y la
iglesia de San Patricio en Melbourne en el Estado de
Victoria en Australia; la iglesia Gótica y la de
Basler Münster en Basilea en Suiza, la Catedral
Gótica de Viena, la Catedral de Espira en Speyer en
Alemania, en cuyo altar se encuentran las tumbas de
ocho emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.
También visitamos la Catedral gótica de Estrasburgo,
la Catedral de Barcelona, la Basílica de Budapest,
que es la más grande de la ciudad, la Basílica de la
Inmaculada Concepción y la Catedral Nacional de
Washington; la Catedral de Santa María de Fiore en
Florencia, la Catedral de Siena, la Iglesia de San
Nicolás en Talín en Estonia, la sinagoga de Budapest
y la sinagoga de El Cairo, Notre Dame en la capital
francesa, el Templo Expiatorio de La Sagrada Familia
en Barcelona, San Matías o el Rey Matías, que es una
iglesia gótica de Hungría, con influencia turca; la
Catedral Metropolitana de Buenos Aires, la Catedral
de Santa María de la Cruz en Sidney y la Catedral de
Colonia que es un templo católico de estilo gótico,
que se empezó a construir en el 1248 en la ciudad
del mismo nombre en Alemania. Nos encaramamos juntos
hasta el cucurucho de la Catedral de Basilea en
Suiza, y estuvimos frente a la Iglesia del Salvador
sobre la sangre derramada en Rusia. En Praga vimos
La Catedral de San Vito, donde se coronan a reyes y
reinas, la Basílica de San Jorge, la iglesia de
Nuestra Señora de Tyn y la iglesia de nuestra señora
de la Victoria con el ícono del niño Jesús.
En Dresde La iglesia luterana barroca de Nuestra
Señora y la Catedral pintada de colores pastel como
un teatro para presentaciones matutinas; La Almudena
en Madrid, y en Viena estuvimos juntos en La iglesia
de San Carlos y la Catedral de San Esteban, la
Basílica de San Esteban, la mayor de Budapest; la
Iglesia del Sagrado Corazón en Bruselas, de
arquitectura Art Deco, con vistas de Bruselas en 360
grados; en cuyo sótano tienen un cabaret para
espectáculos de travestis. También estuvimos juntos
en otros maravillosos templos en un sinnúmero de
capitales; además de haber visitado mezquitas en el
mundo musulmán, incluyendo Aya Sofia y la Mezquita
Azul en Estambul, otras en El Cairo en dónde nos
permitieron orar junto a musulmanes devotos, también
Jumeirah en Dubai y Sheikn Zayed en Abu Dhabi, ambas
en los Emiratos Árabes Unidos, que nos dejaron
boquiabiertos, principalmente porque coincidimos con
los cánticos de adoración que erizan la piel. Esta
segunda edificación islámica fue inspirada en el Taj
Majal, de arquitectura marroquí, y con un costo de
seiscientos millones de dólares, o sea trescientos
veinticuatro mil millones de colones. |
Transportes: |
Juntos hemos usado trenes normales y de alta
velocidad, algunos en clase económica y otros en
primera clase. Usamos tranvías, monorrieles, barcos
pequeños, medianos y uno tan grande que tenía la
piscina en el piso once, así como lanches y
catamaranes. Nos montamos en helicóptero, aviones
pequeños, medianos, de dos pisos y de hélices,
anduvimos en camellos en Dubai por primera vez y más
recientemente nos encaramamos en un dromedario en
nuestro camino hacia Ayers Rock en Australia,
también anduvimos juntos en un velero en la bahía de
Auckland, en donde a ambos nos permitieron
"manejarlo". |
Festividades: |
Juntos hemos recibido el Año Nuevo en Costa Rica, en
Washington, en California, en Arizona, en Londres
con Allan Ruiz y Otto Rivera, en Bogotá con Antonio
Alarcón y Ricardo mientras ambos trabajaban en
nuestra representación diplomática en Colombia;
también habíamos visitado a Antonio cuando vivía en
New York, siendo parte de la Organización de las
Naciones Unidas. En Pensilvania en la casa de
nuestra querida sobrina María José Cardona, y
aprovechamos para hacer una cena deliciosa para sus
amigos. También recibimos el año nuevo varias veces
en New York y otras en New Jersey, y en el
enigmático y energético Cusco, capital del Gran
Imperio Inca en Perú.
Juntos celebramos mi cumpleaños de Borbon Street, el
de Luis Fer en New York y San Valentín en Queenstown
en Nueva Zelandia.
Juntos hemos celebrado el cumpleaños del rey de
Holanda, vestidos con camisas de color naranja en
las calles de Ámsterdam, y hemos estado en el pre-gay
Parade de Washington y de Bruselas, así como juntos
hemos inflado cientos de globos en el piso diez de
las Torres Paseo Colón, para arrojarlos el día de la
celebración del Orgullo Gay en San José. |
Hoteles: |
Juntos nos hemos hospedado en maravillosos hoteles
alrededor del orbe, incluyendo el monasterio de
Antigua Guatemala, en donde nuestra habitación
parecía haber sido la cava o una cripta sin
ventanas, el maravilloso otrora palacete praguense
en la República Checa, el Hotel Intercontinental
Dubái Festival City.
Nos hospedamos en un lujoso hotel de cuevas en
Capadoccia, que data de hace unos 7000 años, y en El
Cairo disfrutamos de dos hoteles que son
considerados de los mejores del mundo. Uno de ellos
es el Mena House de cinco estrellas, que es como
estar en el cuento de “Las mil y una noches”, con
una colorida y rica historia egipcia. Han atendido
huéspedes de la realeza, emperadores, políticos y
celebridades desde 1869. Rodeado de 40 acres de
verdes jardines, localizado a la sombra de La Gran
Pirámide de Giza. Su historia real se ve reflejada
en su lujoso interior con exquisitas antigüedades,
muebles tallados a mano. Desde nuestra habitación,
al amanecer, disfrutamos de la vista de las
pirámides. |
Mundo en general: |
Juntos decidimos, estando en Buenos Aires y con todo
pago y reservado, abortar la idea de ir a conocer
las Cataratas de Iguazú, porque ambos sentimos que
no era el lugar en el que Dios nos quería en ese
momento, y nos gusta ser obedientes para poder
seguir disfrutando de nuestros viajes bajo la
protección del Altísimo.
Juntos hemos tomado en los países productores, vinos
en los cinco continentes. Recuerdo haber tomado
vinos locales en Francia, Italia, Argentina, Chile y
Napa en California.
Juntos tomamos grapa en Italia, pisco en Perú y
caipiriñas en Brasil; así como hemos comido
empanadas argentinas en las tierras de Mafalda y
empanadas chilenas en la nación que les da su
nombre.
Juntos hemos tenido pérdida de oxígeno en montañas
como los Alpes o los Andes y caminado bajo la nieve
de las Dolomitas, en donde tomé la foto que luego
convertí en una de mis mejores acuarelas; y estando
ahí no pudimos dejar de recordar el libro "Marco, de
los Apeninos a los Andes", escrito por Edmundo de
Amicis y publicado en 1886, aunque no sería sino
hasta un par de años después en que juntos
pusiéramos los pies en Los Andes en el sur de
América.
Juntos hemos comprado quesos y jamones en Santa Fe
de Nuevo México, para almorzarlos más tarde en un
risco de las montañas Sandía en Albuquerque; así
como también compramos quesos holandeses en
Ámsterdam para compartirlos con amigos algunos días
después, en una tarde de vinos en Bruselas; luego de
llegar a Brujas, conocida como "La Venecia del
Norte" y declarada Patrimonio de la Humanidad; y el
pueblo medieval de Gante, con calles empedradas.
Juntos en Bruselas recorrimos las callejuelas, vimos
estatuas y edificios icónicos.
También juntos estuvimos en Lovaina en Bélgica, un
par de días antes de viajar por primera vez juntos
al continente asiático, aterrizando en el convulso
mundo árabe. Volamos pasando por los cielos sobre
Alemania, la República Checa y Hungría: luego por
Rumanía y Bulgaria, muy cerca de Croacia, Serbia y
Moldavia. Después surcamos el espacio aéreo del Mar
Negro, antes de entrar a Turquía, Siria, Irak e
Irán, muy cerca de Jordania.
Aunque hemos estado dos veces en Asia y en varias
oportunidades en Europa, sólo en el 2016 estuvimos
en los cinco continentes habitados de la tierra
porque en este año volvimos a esos dos saliendo de
América, y además visitamos Oceanía y África.
Juntos nos hemos -emborrachado- a ritmo de canciones
típicas costarricenses en un pueblito italiano, y
cocinamos para -campesinos- en ese mismo país.
Juntos cruzamos la otrora Cortina de Hierro, hemos
estado en Polonia, hemos visto los guetos de
Varsovia y Cracovia, sufrimos en los campos de
concentración de Auschwitz y Birkenau. Vimos la
momia de Tutankamon. Atravesamos la línea del
Ecuador, el Meridiano de Greenwich, volamos en
avioneta para ver cerca de 20 de las líneas de Nazca
y chupamos las paredes de la Catedral de Sal de
Colombia. Juntos nos hemos tomado miles de fotos, y
más recientemente, cientos de "selfies".
Hemos visto glaciares, y caminado por algunas de las
montañas más altas; hemos visto el piso desde un
globo en Orlando, y temblado en algunas de las zonas
más frías del planeta.
Nunca planeamos ir a Alemania, era el destino menos
deseado, y finalmente juntos hemos hecho tres viajes
a este país, visitando no menos de seis ciudades en
las tierras arias.
Juntos hemos estado varias veces en Madrid y fuimos
dos veces a Suiza, incluyendo visitas a las zonas
por las que seguramente caminaron Heidy, Pedro,
Niebla y el abuelo, desde donde los Alpes te hacen
sentir diminuto, aunque ya habíamos estado en el
Paso Pordoi, en esta misma montaña pero del lado
italiano; años después caminamos en La Raya en Perú,
a 4.335 metros sobre el nivel del mar.
Estuvimos en unas cuatro oportunidades en territorio
francés, dos de ellas en Paris y La Defense, una en
pueblos francés bañados por el Rin y en otra
navegando por las Antillas, conociendo la Francia
insular.
En Egipto estuvimos en las tierras que vieron a
Moisés y protegieron al niño Jesús con sus padres
cuando escapaban de Herodes. La nación cuyo Mar Rojo
se abrió para que los judíos buscarán la Tierra
Prometida. Donde se dieron las siete plagas y donde
fueron entregadas las tablas de la ley De Dios,
según la historia cristiana. Tuvimos esa grandiosa
sensación de caminar por donde hay o hubo una
civilización de muchos años antes de Cristo.
Juntos hemos visto y fotografiado algunos de los
miles y miles de grafitis que afean la capital
húngara, y hemos sido testigos de la cantidad de
personas sin hogar que duermen en las aceras y en
las partes bajas de los edificios, dando una
sensación de inseguridad mientras se camina por ahí
de noche. Sin embargo Budapest parece ser como el
Ave Fenix que renacerá de sus cenizas, y por lo
tanto juntos planeamos llegar otra vez en el 2017, y
lo hicimos con la esperanza de que hubieran cambiado
su apariencia soviética. Aunque no hubo cambios
significativos entre la primera y la segunda de
nuestras visitas, podíamos confesar que está vez
vimos mejor la ciudad.
Juntos hemos volado en helicóptero sobre el Cañón
del Colorado y en globo sobre Capadoccia, sobre
casas de hace como siete mil años, mientras un chico
colombiano pedía la mano de su novia en matrimonio.
A pesar de los atentados terroristas de la zona, de
que nos advirtieron los riesgos desde Estados
Unidos, y que nuestra aseguradora internacional nos
dijera que estaríamos sin protección, juntos
estuvimos a 500 kilómetros de Siria, en la parte
asiática de Turquía.
Juntos hemos caminado, comprando de poco a nada, por
la Quinta Avenida de New York, En Burberry en
Boston, The Magnificent Mille en Las Vegas, por
Bahnhof-Strasse en Zúrich y por Oxford Street en
Sidney, así como los pasillos millonarios del Mall
de Dubai
Juntos hemos caminado algunas veces en South Beach
en La Florida, y celebramos mi cumpleaños cuarenta
con siete amigos en Borbon Street en New Orleans, y
en otra oportunidad aterrizamos juntos en
Jacksonville en la Florida para conducir hasta
Savannah en Georgia y encontrarnos con Verny,
Isaura, Alvaro y Kate, pasando días maravillosos. En
ese mismo viaje aprovechamos para hacer una paradita
y visitar a nuestros amigos Chaco y David en Myrtle
Beach.
También juntos fuimos a Búfalo, Boston, Connecticut,
Rhode Island, Baltimore en el Estado de Maryland,
Providence, New Haven, Cinque Terre, San Gimigiano,
Trieste y Forth Worth en Texas, en donde conocimos
"Stockyards" y "Sundance Square"; también recorrimos
Dallas con nuestro amigo Alejandro Durán.
Juntos visitamos a Tom, Mequi y su familia en
Boston, y cuando se mudaron a Búfalo también fuimos
a pasar unos días con ellos. Años más tarde cenamos
con Elise y su entonces pareja en Manhattan. En
Washington nos hemos encontrado varias veces con
Trudy Harlow y con Shawn McDermott, a este último
también lo hemos visitado en Baltimore; hemos
disfrutado Panamá con personas muy queridas como
Carlos y María Eugenia Samudio, él ha sido mi gran
amigo durante mucho tiempo; también con Mariela
Arjona y su esposo, que en mis años de juventud fue
la novia que quise y nunca tuve; y con toda la
familia Alexander, que desde niño fueron como mis
tíos y primos. Juntos hemos cenado en Madrid con
Eugenia Chaves, ahijada de Luis Fer; y con María
Asunción Herrera y su hijo Gonzalo; y en Santiago de
Chile pasamos momentos maravillosos con Dorita Ruiz
y su familia, en un par de viajes a ese maravilloso
país.
Volamos juntos y pegados a la ventanilla del avión
para ver las rojas y finas arenas de Arabia Saudita,
luego el Mar Rojo y la Península del Sinaí, que fue
la que recorrieron Moisés y los judíos para llegar a
la tierra prometida, después de que Dios separara
las aguas; también vimos los acantilados de la Isla
de Malta, y las playas de Túnez y Argelia.
Hemos estado juntos en decenas de malles, incluyendo
Festival City Mall y el Dubái Mall que es el más
grande del mundo; el Mercado de las Especies y el
Mercado de Oro en Medio Oriente, ambos operados por
indios.
Juntos hemos conocido personas de diferentes e
"interesantes" nacionalidades, obviando a los
residentes de los países en los que hemos estado,
también hemos tenido contacto con gente Nepal,
India, Mauritius, Filipinas y Pakistán.
Juntos estuvimos en el Hotel Viceroy en Yasmarina
Circuit, en Abu Dhabi, y vimos la Ferrari. También
vimos donde se construirán el Louvre y el Guggenheim
en esa misma ciudad.
Juntos reportamos para Navégalo Televisión, pasando
la señal desde dónde estábamos hasta el estudio
central en Costa Rica, dirigido por Óscar Núñez, y
desde ahí para el mundo hispanoparlante; y lo
hicimos desde Washington en el Distrito de Columbia,
desde Danielsville, Lancaster, un pueblo Amish,
Williamsburg, Jamestown y desde Alexandria, así como
también transmitimos desde varias ciudades en el
cono Sur, incluyendo Brasil una semana antes del
Mundial de Fútbol, con entrevistas y saludos desde
las playas de Ipanema y Copacabana, que después
sirvió para material promocional una vez que
empezaron los partidos.
Juntos hemos estado en Virginia en varias
oportunidades, en Nevada y en Georgia, y disfrutamos
de la experiencia que tuvo KiKa al conocer el mar en
Esterillos en Costa Rica
Brindamos con champagne tanto en Bruselas como
frente a las costas de la Isla del Coco, y años más
tarde el día de San Valentín en Queenstown en Nueva
Zelandia, en camiseta de tirantes con un clima
maravilloso.
Juntos estuvimos un mes en Italia, aprendiendo
cocina en casas de los años 1300's, en donde comimos
decenas de cerezas directo de la mata, como quien
come jocotes en Alajuela; y tomamos galones de vino,
empezando en Florencia y terminando en la
maravillosa y desordenada ciudad de Roma, que fue la
inspiración para que empezara a escribir mi libro
"La segunda Inquisición", a la que años después
volvimos por segunda vez. Nos fotografiamos en el
emblemático Coliseo Romano en donde tantos
cristianos murieron luchando contra los leones; todo
esto sumado a una borrachera en el Museo del
Prosciutto en ese mismo país, cerca o dentro de la
Toscana. Desde nuestra habitación en la capital
italiana, en el Courtyard Rome Central Park by
Marriot, disfrutamos la vista de la cúpula de la
Catedral de San Pedro, y días después, desde nuestro
cuarto en El Cairo, podíamos ver las pirámides
emblemáticas y misteriosas.
Italia y Chile son los únicos países, aparte de
Costa Rica, en los que juntos hemos estado durante
un mes; aunque en el primero recorrimos muchas
ciudades, y en Chile estuvimos viviendo en el mismo
apartamento, mientras compartíamos un seminario con
otras 60 personas que terminaron siendo compañeros
queridos, graduados del Insight IV.
Juntos hemos comido delicioso en Nyhavn en Dinamarca
y salchichas en Hamburgo; nos tomamos fotos en los
campos de Canola en Austria, en donde se me vinieron
algunas lágrimas al imaginar junto a Doris
Goldgewicht, mi amiga judía, como escapaban sus
paisanos en otro tiempo, tratando de salvar su vida
por esas planicies en la Segunda Guerra Mundial.
Caminamos juntos por Bratislava que es la capital
Eslovaca, los antiguos terrenos que formaron parte
de los Habsburgo, cuando era el Reino Húngaro, hasta
la primera Guerra Mundial; y lo hicimos de la mano
en Times Square, tratando de no congelarnos en una
fría noche de invierno.
Juntos hacemos migración en cualquier país al que
vayamos, y le explicamos al oficial nuestra
relación; aunque decidimos no hacerlo en Rusia ni en
los Emiratos Árabes Unidos, por un tema de homofobia.
Juntos estuvimos frente y dentro de la casa de Su
Santidad el Papa; y de hecho tres veces hemos estado
juntos en el mismo país en el que se encuentra el
Pontífice, dos veces en Roma y una en Santiago de
Chile. Hemos sido recibidos por el dos veces
Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de La Paz,
don Oscar Arias Sánchez, en su residencia en San
José. Juntos hemos destrozado paraguas en Dinamarca
y botado una sombrilla doblada por la lluvia y los
fuertes vientos en la ciudad germana de Dresde, en
el valle de Elba, Patrimonio de la Humanidad de la
Unesco, capital de Sajonia; así como vivimos el
bombardeo climático bajo una fuerte lluvia de
granizos en Siena, recibimos en Manhattan la primera
tormenta invernal del 2014, y nos resguardamos en
Praga de un huracán repentino que hizo volar sillas
y mesas callejeras.
Juntos hemos estado, obviamente, en diferentes
culturas que tenemos que tratar con mucho cuidado,
porque no es lo mismo hablar con los vikingos del
norte de Europa que con los campesinos que viven
arriba de los Alpes, o los indígenas del altiplano
andino, como con los aborígenes australianos;
ciertamente no es lo mismo tratar con un árabe de
los emiratos o hacerlo con uno de El Cairo o
Estambul.
Juntos estuvimos en Hungría y en Praga, que es la
capital de la República Checa. Una ciudad que se
empezó a construir en los años 900. Una ciudad
mágica que enamoró, alcanzó la imaginación y
despertó las musas de escritores, músicos,
compositores, pintores y muchos más artistas que han
deleitado al planeta con creaciones empezadas o
terminadas en las tierras que han sido dos veces
capital de imperio. Una ciudad en la que se oró con
amor y se mató para salvaguardar la fe de algunos.
Una ciudad con puentes milenarios que fueron
construidos para el transporte de reyes y obispos, y
que soportaron nuestros pasos juntos.
Juntos estuvimos en lo que fue la casa de Wolfgang
Amadeus Mozart en Makartplatz en Salzburgo, y
estando ahí recordamos con melancolía el musical de
la Novicia Rebelde; también estuvimos en la casa de
Romeo y Julieta en Verona, la de Simón Bolívar en
Bogotá, la de George Washington en Mount Vernon
también vimos la casa de Tina Turner en el Golden
Cost de Zúrich, y la universidad donde estudió
Alberth Einstein. También nos sentamos, junto a
Mafalda, en una banca en Buenos Aires.
Juntos cruzamos en carro la frontera entre Estados
Unidos y Canadá, y al regreso experimentamos una
peligrosa tormenta de nieve; también cruzamos
caminando por senderos montañosos la frontera entre
Italia y Eslovenia.
Juntos disfrutamos de la fuente de la Plaza España
en Barcelona, las aguas danzantes de Las Vegas y el
alucinante espectáculo en la fuente del Mall de
Dubai. Juntos anduvimos en un Hummer corriendo por
las arenas, nos montamos en camello y fumamos pipa
en un campamento beduino. Juntos hemos estado desde
-18 grados en un aterrizaje de emergencia en
Manhattan viniendo de Búfalo, hasta 43 grados
centígrados en las costas del golfo de Arabia.
Juntos hemos estado en más de cinco capitales
imperiales y hemos tenido contacto con un gran
número de grupos indígenas en el continente
americano, como los descendientes de los Incas en
Perú y de los Mayas en Guatemala, así como los
nativos puros Navajos, Quechuas, uros y Aimaras, y
sin olvidarnos de los indios de Emberá, que cuando
los visitamos tenían un año de no ver a un hombre
blanco, siendo nosotros pasajeros del Prince Albert
II de Silver Sea, que viniendo por el Pacífico
desembarcamos a la entrada de los canales del Tapón
de Darién, y navegamos río arriba hasta llegar a la
aldea de hombres con taparrabo y mujeres con los
pechos descubiertos; y muy recientemente conocimos a
los aborígenes australianos y los nativos
neozelandeses.
Juntos estuvimos en el Gran Imperio Inca y en el
otrora imperio Austro-Húngaro
Juntos hemos experimentado la adrenalina de hacer
Rafting y Canopy en Costa Rica. Hemos usado Segway
en Savannah Georgia, en Washington, en Queenstown en
Nueva Zelandia, en Roma para repasar lo que ya
habíamos conocido en un viaje anterior, n la Isla
Antigua, en las Antillas Menores, en América
Insular, y más recientemente en Madrid. Sin olvidar
nuestro recorrido en bicicleta por la capital
francesa.
Estando en Basilea y antes de tomar un crucero por
el ring, llegaron juntas por correo del Ministerio
del Interior, nuestras aprobaciones de Visa para
poder entrar a Dubai una vez que termináramos
nuestras vacaciones en Europa en ese 2015, y
disfrutar del emirato y de la compañía de Frank
Araya que nos esperaba juntos.
Juntos en varias oportunidades, nos hemos dormido en
un país y amanecido en otro, mientras nos
transportamos en avión, en barco o en tren; así como
estuvimos en las noches blancas en el Norte de
Europa.
Juntos viajábamos entre Zúrich y Praga cuando
nuestro tren tuvo problemas técnicos luego de pasar
por Frankfort, y antes de experimentar el miedo de
ser acosados por un guardaespaldas que parecía ser
ruso y peligroso; tal vez resultó ser un momento más
aterrador que cuando juntos caminamos por la favela
brasileña, ante la mirada amenazante de algunos de
sus residentes, o cuando una mujer loca nos
persiguió por las calles de Melbourne en Australia.
Juntos nos cuestionamos cómo no se ha caído la torre
inclinada de Pisa, mientras la veíamos y
fotografiábamos, minutos después de ser testigos de
un accidente de tránsito en el que se vio
involucrada una patrulla italiana que estaba en
persecución.
En El Cairo visitamos juntos, por fuera y por
dentro, la Gran Pirámide, cuya construcción se llevó
a cabo en el siglo XXVI a.C., o sea 2560 antes de
que naciera Jesús, como sepulcro físico y espiritual
para el faraón Khnum-Khufu (más conocido por su
denominación griega: Keops). También fuimos a
Memphis, Saggara, que el primer arquitecto conocido
del mundo la diseñó para su faraón Zoser. Una tumba
con un diseño revolucionario; la pirámide
escalonada; la primera de grandes dimensiones
construida en Egipto. Y tuvimos una vista panorámica
del atardecer con una cena beduina, en tapete sobre
las arenas.
Estuvimos en la Gran Esfinge de Guiza, que es una
monumental escultura que se encuentra en la ribera
occidental del río Nilo. Los egiptólogos estiman que
fue esculpida cerca del siglo XXVI a.C., formando
parte del complejo funerario del rey, durante la
dinastía IV de Egipto. Por lo tanto, juntos pisamos
las otrora tierras faraónicas, recordando la
historia o leyenda de Moisés, quién es una figura
importante para el judaísmo, el cristianismo, el
islam y el bahaísmo, donde se venera como profeta,
legislador y líder espiritual.
Juntos en Suiza hemos estado en Zúrich al pie de los
Alpes, que es la principal ciudad y motor financiero
del país, así como en Lucerna arriba en las montañas
y en Engelberg que está edificada dentro de estos
maravillosos cerros, y años más tarde fuimos a
Basilea, en las orillas del Rin.
Juntos hicimos un tour por Pest, antes de recorrer
Buda y Obuda, visitamos el parque deportivo, las
ruinas romanas, el parque de diversiones, el
castillo en conmemoración de mil años de la
conquista de Hungría, el monumento al escribá del
Rey Adalberto IV, la Plaza Mayor de Budapest, y
llegamos hasta el pueblo de San Andrés, que es un
pueblo de artistas fundado en el siglo XII cuando la
invasión de los mongoles, en las orillas del Danubio.
Años más tarde volvimos a ese mismo pueblo en el que
fuimos tan felices.
También juntos, hemos entrado y salido de Europa
varias veces, desde y hacia América o Asia, algunas
en vuelos en clase económica y otros en primera
clase, cuya diferencia es enorme en materia de
servicio y comodidad. Igual ha sucedido en algunos
trenes que tienen tres clases con diferentes precios
y en todas hemos andado juntos, escogiendo la
Primera para viajes en los que dormiremos en el
trayecto, como cuando lo hicimos entre Suiza y la
República Checa, con una habitación con mayordomo en
donde pudimos dormir la noche cómodamente.
En nuestro paso por Perú, en las tierras de
Atahualpa, pudimos visitar, entre otras ciudades,
Pisco y los acueductos de Pisaq, Pachacamac,
Coricancha, Calca, Urubamba, Tambomachay, Qenqo,
Machu Picchu, Raqchi, Pukapukara, Ollantaytambo,
reserva de Paracas y Sagsaywaman; sin olvidarnos de
Juliaca que es una ciudad sin ley, y posiblemente el
lugar más feo que hemos visto en lo que conocemos
del planeta; y por ahí, principalmente en el valle
sagrado, conocimos las alpacas, vicuñas, y guanacos,
y luego en Oceanía, mientras celebrábamos nuestro
aniversario número 13, vimos el Wombat, búfalos,
perros ovejeros, los koalas, los demonios de
Tasmania y vimos ovejas blancas y ovejas grises,
emúes, focas, caballos diminutos como un perro,
Kiwis, Wallabees; también hemos visto venados rojos
de cornamenta de 14 puntas, que te hacen sentir como
estando en el corral de Santa, vacas peludas y
cigüeñas con cría.
Juntos hemos visto pingüinos, aunque a estos últimos
ya los habíamos visto en Perú; además alimentamos
entre risas y gritos de alegría, a los maravillosos
Canguros grises en Tasmania, días después conocimos
los hermosos canguros rojos en el Alice Springs
Desert Park, en donde también vimos cientos de aves
en el Territorio del Norte de Australia,
Hospedados juntos en Hobbat fuimos a conocer las
colinas de Rosny Hill, el "Royal Tasmanian Botanical
Garden", Richmond, Glenorchy y el Zoológico Bonorong;
y antes de volar a Sídney hicimos compras en el
Mercado Sabatino Salamanca.
Juntos, por lo tanto, hemos estado en el Outback
australiano, visitando el "Royal Flying Doctor
Service", el "Alice Springs School of the Air", "The
Post and Telegraph Office" y "Alice Springs Desert
Park".
Caminamos entre árboles de eucalipto de tronco
blanco, cuyo olor daba la maravillosa sensación de
estar en tierra de koalas. Nos compramos un helado
en una pequeña tienda que está ubicada en los
terrenos que fueron del abuelo de Nicole KIidman, y
estando en el hemisferio sur, justo debajo del hueco
de la capa de ozono, sentimos como nuestra piel se
cocinaba lenta o rápidamente, llegando a dañar mis
anteojos con aumento.
Caminamos felices y encantados por las calles de
Melbourne, disfrutando de su elegante sabor inglés,
visitando el "Fitzroy Gardens", el "Queen Victoria
Market" y "The Block", que es un "paseo" de calle a
calle, como una copia de la galería de Milán. Nos
subimos al piso 88 del "Eureka Tower" para tener
vistas de la ciudad Sídney en 360 grados, mientras
nos hospedamos en el Rendezvous Hotel, y días
después estuvimos en "Sky Tower" para ver la ciudad
de Auckland desde mucha altura. También vimos la
Antigua Aduana, el Ayuntamiento, la Casa del
Parlamento el Santuario de la Memoria, que conmemora
a los 114.000 hombres y mujeres de Victoria, que
sirvieron en la Primera Guerra Mundial, y llegamos a
tiempo para presenciar la ceremonia en recuerdo de
estos soldados en el "Shrine of Remembrance" en "Gallipoli
Memorial Garden". Fotografiamos el monumento "888"
que representa las libertades o derechos del
trabajador, en donde cada ocho significa las horas
de trabajo, las horas de entretenimiento y las horas
de descanso.
Juntos estuvimos en "Kata Tjuta" que es una de las
mayores atracciones del Parque Nacional "Uluru-Kata
Tjuta", siendo a su vez uno de los mayores monolitos
del mundo, con más de 348 metros de alto, más que la
Torre Eiffel, 9 kilómetros de contorno y 2.5
kilómetros bajo tierra; un lugar sagrado para los
aborígenes australianos y desde 1987 es Patrimonio
de la Humanidad. También es conocida como "El
ombligo del mundo", y es uno de los íconos naturales
más famosos de Australia. Todo este parque es más de
dos veces el tamaño de Singapur.
Juntos en Cairns, mientras nos hospedábamos en el
Hilton y con vistas del Mar de Coral desde nuestra
ventana, fuimos al "Wildlife Park de Hartley" o "Hartley´s
Crocodile Adventur" en "Wangetti" para una visita de
cerca a una granja de cocodrilos, antes de conocer
Port Douglas camino a "Wetherby Station Dinner" para
conocer la vida de los ganaderos del continente; y a
nuestro regreso a la ciudad, en las horas del
atardecer, pudimos ver a los kanguros rojos correr
libremente por las praderas, de manera silvestre.
***
Juntos abordamos un catamarán de alta velocidad en
el parque patrimonio de la humanidad "La Gran
Barrera de Marina", que es considerado una de las
siete maravillas naturales del mundo, en donde está
"La gran barrera de coral", y aprovechamos para
conocerla en un submarino y luego por nuestra cuenta
y con cámaras especiales haciendo snorkeling junto a
una isla de arena blanca y miles de aves
descansando.
Juntos fuimos al centro cultural aborigen "Tjapukai",
bailamos con ellos, aprendimos el uso de los
boomerangs y nos enseñaron a lanzar la jabalina.
Juntos llegamos a Kuranda, cuyas elevadas
temperaturas casi me hicieron perder el
conocimiento, y aunque no tan altas como Abu Dhabi,
la humedad del bosque tropical, luego de una lluvia
de 5 minutos, aumentó la sensación de no poder
respirar.
Juntos caminamos varias veces, desde el Holiday Inn
Darling Harbour, por la Marina en Sídney, el
"Studio", el "Concert Hall" y el "Joan Sutherland
Theatre" de "The Opera House", e hicimos algunas
compritas en Market City en esa misma ciudad,
disfrutando de las decoraciones por el año nuevo
chino, y subimos a "The Sidney Tower Eye" para tener
vistas panorámicas.
Juntos volamos en Qantas Airlines a Nueva Zelandia,
sobre el Mar de Tasmania, para aterrizar en
Queenstown, que es como "El jardín secreto de Dios"
con aguas glaciares y montañas nevadas, en donde
filmaron el "Señor de los Anillos". Estando en este
país pudimos conocer la isla del norte y la isla del
sur, teniendo problemas en el aeropuerto a causa de
nuestros pasaportes costarricenses que tienen dos
numeraciones, el de identidad y el de la libreta; a
pesar de que somos una de las muy poquísimas
nacionalidades del mundo que usan un mismo número
para todas sus identificaciones (cédula, licencia,
seguro social, etc.).
Estando juntos en Nueva Zelandia aprovechamos para
visitar "Te Anau" que es el segundo lago más grande
del país, sin embargo el que reúne la mayor cantidad
de agua, los acantilados del Pico Mitre, las
cascadas y los fiordos de "Milford Sound", en el
Parque Nacional "Fiordland", conocido como la octava
maravilla del mundo, al lado de una dramática
fractura de la corteza terrestre, el límite de las
placas Pacífica y Australiana. También pudimos
quedar maravillados al ver las enormes montañas
verticales con miles de cataratas bajando por sus
paredes; caídas de agua color blanco absoluto, como
la leche, que cambiarían a turquesa cuando se junten
con las aguas glaciares.
Juntos estuvimos en "Arrowstown" para admirar los
edificios de madera que encierran gran colección de
joyas, pepitas de oro, jade y artículos de lana.
Visitamos la aterradora cárcel, seguida de una
hermosa avenida custodiada por árboles traídos de
Europa en los tiempos en que se permitía la entrada
de productos que pusieran en riesgo de plagas al
continente. Conocimos los géiseres de Rotorúa que
hacen que toda la ciudad huela a azufre, en donde
aprovechamos para cenar en una casa de nativos
maoris neozelandeses.
Conocimos el pueblo indígena de Ohinemutu, e hicimos
la ceremonia de saludo pegando las narices y las
frentes mientras estrechábamos las manos. También
estuvimos en "Te Puia", en "Kaitao Intermediate
School" para compartir con niños locales y que nos
hiciera la ceremonia "Powhiri", y en
"Te Whakarewarewatangaoteopetauaawahiao"
para conocer la forma tradicional en que la gente de
Nueva Zelandia tallaba la madera, hacían los tejidos
y preparaban su comida.
Juntos en nuestro recorrido por el mundo, hemos
volado sobre muchos lugares, como cuando lo hicimos
al sur de Nueva Caledonia y la Isla de Fiji, o
cuando pasamos al sureste de Hawai y Honolulu;
también volamos sobre Haití, Islas Bahamas y las
Islas Azores antes de alinearnos hacia Oporto en
Portugal, con ruta a Madrid en España, y conectar
luego con Barcelona en el mismo país.
También, de Roma a Estambul volamos sobre el Mar
Mediterráneo y luego sobre el Adriático, después
sobre Croacia, Bosnia Herzegovina, Serbia, Grecia y
Bulgaria. Y pasamos por encima de Alejandría
viajando entre Turquía y El Cairo. |
Record de viajes: |
En algún momento le comenté a Luis Fernando que me
gustaba que cuando hiciéramos un viaje tuviéramos el
siguiente en lista, o planeado, de manera tal que
nunca estuviéramos sin planes de viaje. Por supuesto
que a él le encantó la idea porque su mayor alegría
es planearlos.
Obedeciendo a esto, perdimos un poco el control, y
aunque hemos hecho muchos viajes importantes muy
seguidos, nunca fue tan sobresaliente como el
2017/2018:
Enero del 2017 estuvimos en Oceanía, visitando
Australia y Nueva Zelandia, con una paradita de
algunos días para acomodarnos con el Jet Lag. En
octubre de ese mismo año, unos ocho meses después,
nos fuimos como destino final Egipto, aunque a la
ida y al regreso pasamos unos días a Europa, y luego
de El Cairo llegamos a Turquía, estando en Estambul
y Capadoccia.
Entonces, en ese año, ya habíamos estado en América,
Europa, Oceanía, África y Asia. Habíamos visitando
todo el mundo en cuando a continentes habitados se
refiere.
Dos meses después, y como lo habíamos comprado hacía
un año y medio, nos fuimos en diciembre para el
crucero por las Antillas Menores. Recuerdo que
viendo las maravillosas aguas verde esmeralda que me
tenían maravillado, Luis Fer me dijo que me esperara
unos meses para que viera las azules de la Riviera
Francesa.
Regresamos a Costa Rica para Navidad y la
celebración de Año Nuevo, y en los primeros días del
mes de enero del 2018, nos fuimos un mes para
Santiago de Chile, para completar los seminarios
Insight.
Esperamos que llegara el verano en Europa y nos
fuimos un mes para Francia, recorriendo la costa
azul, pasando por Niza y llegando hasta Mónaco.
De regreso a Costa Rica, y una vez que empezó el
otoño en el norte del continente americano, nos
fuimos tres semanas para Canadá, teniendo la más
impresionante experiencia de los colores de la
estación. Pasamos unos días en Pensilvania y
regresamos a Costa Rica.
En noviembre de este 2018 mi hermano hizo el más
grande de sus viajes. Dejó la tierra y se elevó al
cielo, dejándonos a nosotros en tierra hasta nuevo
aviso.
Once meses después estuvimos una semana en Panamá,
tres meses después nos fuimos a jugar con la nieve a
Pensilvania y un par de meses más empezó la pandemia
del Corona Virus, que hasta nuevo aviso nos tiene
parqueados en Costa Rica. |
Situaciones
incómodas en los viajes: |
·
Una loca nos persiguió en Melbourne en Australia.
·
Nuestro tren descarrilado en Franfurt en Alemania.
·
Un guardaespaldas ruso me amenazó camino a la
República Checa.
·
Tuvimos un aterrizaje de emergencia en New York a
-18 grados.
·
Manejamos en una tormenta de nieve entre Canadá y
Búfalo.
·
Un búfalo se tragó mi brazo en Nueva Zelandia.
·
Casi me muerde el Demonio de Tasmania en Tasmania.
·
Un bote descompuesto en las Antillas Menores.
·
Un perro que se me apareció y desapareció en una
iglesia cerca de Taos en New México.
·
Un huracán en La Florida, que amenazaba el
apartamento en Miami, y tuvimos que ir a poner
bolsas de arena.
·
Tiburones nadaban cerca nuestro mientras hacíamos
snorkeling en la Isla del Coco.
·
Desembarcamos en la isla Gorgona de Colombia, con
tantas culebras venenosas que nos dejaron bajarnos
porque la noche anterior no habíamos tomado licor, y
cualquier mordida nos podrían poner el suero anti
ofídico.
·
Un mal de altura, sorocho, en Los Andes en Perú.
·
Un bus descompuesto en los Alpes italianos, cerca de
Suiza, en las Dolomitas.
·
Me pegué una borrachera marca diablo en New Orleans.
·
Tuve un colapso en las vértebras, en Argentina.
·
Escapamos de una Favela en Brasil mientras los
habitantes no estaban muy contentos con nuestra
presencia. Una semana antes de que empezara el
mundial de fútbol.
·
Fuimos estafados por un vendedor ambulante en
Estocolmo en Suecia.
·
Perdida la billetera en Barcelona, y encontrada más
tarde, por milagro, en Suiza.
·
Tuve un resfriado y con calentura cerca de
Washington.
·
Luis Fer tuvo un incidente de salud en NYC y tuvo
que venir el médico al hotel.
·
Recorriendo callejuelas aparentemente peligrosas, en
El Cairo en Egipto.
·
Unas vacaciones en Capadocia en Turquía, a 500
kilómetros de Siria.
·
Se me bajó la presión en Dubai, en los Emiratos
Árabes Unidos.
·
París, semanas antes de que se quemara Notredame.
·
Chile, en Viña del Mar, un día antes de que se
quemara la ciudad.
·
San Petersburgo, en Rusia, tratando de no ser
asaltados por un chavalo con un oso.
·
Mordido por un perro en Croacia.
·
El miedo en el Castillo del Conde Drácula, en
Transilvania en Rumania.
·
Una fuerte ventisca en Copenague, en Dinamarca, que
nos rompió dos paraguas, mientras intentabamos que
el viento no nos llevara.
·
Meses después otro ventolero nos rompió otro
paraguas en Dresde en Alemania.
·
Estuvimos a 45 grados de temperatura en Abu Dhabi.
·
Una tormenta de invierno en New York.
·
En Polonia, en los campos de concentración nazi en
Auschwitz, el más grande dolor jamás sentido. |
Despedida: |
Juntos hemos vivido una vida maravillosa; y hemos
estado de la mano, nuestra conexión es privilegiada.
Juntos hemos orado y hemos sentido la presencia de
Dios bendiciendo nuestra unión.
Luis Fer y Vinny, juntos por siempre.
Amén
...continuará... |
Agradecimiento: |
Un agradecimiento especial para Aarón Alvarado que
formó parte importante en aquellos días en que
empezábamos nuestra vida juntos, y a María José
Saenz, que como doctora me ayudó en una crisis en el
Sur de América, inyectándome varias veces, incluso
en sillas de aeropuertos.
Vale comentar cuatro personas que han sido muy
importantes para nosotros, y no por nuestro
recorrido en el mundo, sino por la paz y la
tranquilidad que su actuar nos ha dado: a mi papá
que en paz descanse; mi abuelita materna, Mami
Esperanza, que desde siempre tuvo una linda
relación con Luis Fer; mi mamá (Vilma Cedeño) que ha
sido apoyo y compañera en todo momento; y a Ligia
Sánchez, que aunque es mi cuñada ha asumido el papel
de la suegra que todos quisieran tener. |
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