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  1. Un poco de historia

  2. Capacitaciones

  3. Records

  4. Mares y lagos

  5. Desiertos

  6. Cruceros

  7. Espectáculos, museos

  8. Palacios

  9. Monumentos

  10. Iglesias

  11. Transportes

  12. Festividades

  13. Hoteles

  14. Mundo en general

  15. Record de viajes

  16. Situaciones incómodas

  17. Despedida

  18. Agradecimiento

Juntos

Un poco de nuestra historia...

la mejor parte de mi vida

Por Vinicio Jarquín C.,

con Luis Fernando Sánchez H.

 

Un poco de historia:

Tres años después de que empezara el nuevo milenio; y cuando estaba por acabar el primer mes de ese año que seguramente esperaba que fuera maravilloso, mi "modem" intentaba conectarse a Racsa. Eran aquellos tiempos en que teníamos que tener paciencia y esperar la conexión, tal vez telefónica, entre pitos y pitazos. Finalmente estaba conectado a la Red Internacional conocida como "Internet".

Una vez dentro de ese avance en comunicaciones, entré al chat público que solía visitar con alguna regularidad, y ahí estaba él; tal vez esperándome o esperando por la vida. Cuando me vio entrar me saludó, conversamos un poquito y me invitó a cenar; acepté unos días después. Pasó a buscarme y fuimos a conocernos el día 5 de febrero del 2003; maravillosos, formidables e impensables años. A la semana siguiente se fue de viaje para Asia, y un mes después regresó añorando que yo estuviera disponible; y yo estaba aquí, ilusionado porque ya no tendría que esperarlo más.

Febrero del 2003, era una nueva apuesta. Esperaba encontrar lo mejor que pudiera. Estaba a pocos metros y pocos minutos de empezar a vivir no sólo la segunda parte, sino lo mejor de mi vida. Me monté al carro y me enamoré por siempre.

Ha sido una vida de bendición. Hemos creado una familia, ahora hasta con hija, y nos hemos conectado a la familia del otro. Me siento muy querido en compañía de sus hermanos y parejas,  así como con sus sobrinos y primos; y él es una pieza de gran importancia dentro de mi núcleo familiar, incluyendo a mi abuelita que llegó a vivir ciento dos años.

Muchas son las circunstancias en las que hemos estado juntos y siendo testigos.

Juntos estuvimos para darle la partida a personas importante, mi papá, el suyo, y a nuestro querido Norman que aunque era mi hermano, llegó a ser también el de él; vimos el nacimiento de Jimena y Santiago, mis chicos; y decidimos la llegada de KiKa, y ella nos escogió al vernos juntos.

Nuestra relación es como la de aquellos que pasan mucho tiempo juntos. Cada uno sabe qué esperar del otro, qué quiere comer, qué respondería a determinada pregunta o cómo actuaría en una situación en particular.  Como aquellos -viejitos- uno empieza los cuentos y el otro los termina; no nos podemos contar chistes nuevos, y muchas veces respondemos: "sí, ya me dijiste".

Nos conocimos en mis treintas, estamos en mis cincuentas, por lo tanto juntos estuvimos todos mis cuarentas. Hemos compartido la mesa miles de veces, sólo nosotros y con más personas; y hemos tenido unas conversaciones vanas y otras de esas que hacen que el mundo se detenga.

Juntos hemos visto crecer nuestras empresas, y hemos pintado nuestras mejores obras en artes plásticas. Hemos ido juntos a varias bodas en las que parejas heterosexuales se declaran amor eterno, así como bautizos de niños que llegan a formar parte de nuestra familia y funerales de aquellos que han partido a una vida mejor. Juntos hemos celebrado con más de un centenar de amigos y familiares la llegada de la -media teja- de cada uno.

Juntos hemos comprado tres pares de anillos, el primero de ellos con figuras del Kokopelli en Santa Fe de Nuevo México; el segundo con piedras preciosas del suroeste de los Estados Unidos, en otro viaje a esa misma ciudad tres años después; y el tercero con Lapislázuli y Crisocola en Santiago de Chile, que los usamos cada día como símbolo de nuestro amor por siempre.

Capacitaciones:

Juntos hicimos el seminario Insigth I que nos brindó herramientas generales para la vida. Luego llevamos el Insight II para reconocer y luchar contra nuestro personaje limitante, e hicimos el Insight III para aprender a vivir en neutralidad. Más tarde en la vida, juntos fuimos un mes a Santiago de Chile, para recibir el seminario Insight IV, aprendiendo las más avanzadas y vivenciales técnicas de liderazgo, completando así nuestro recorrido por esta disciplina. Todos ellos nos han permitido ver la vida de una manera mejor.

Ambos  nos licenciamos en programación neurolingüística (PNL), más adelante completamos el Master, y finalmente la certificación de Coaching personal y de equipos, bajo la dirección de Sara Mizrahi, siendo ahora nuestra amiga.

Aunque por separado cada uno llevó el nivel básico de Psych-K de Pedro Ulibarri, luego juntos recibimos el avanzado con Marta Vargas, y estuvimos con Owen Fitzpatrick en el seminario de Carisma, y años después en el Storytelling; y fuimos a varios talleres de Allan Loría, como el “Tu huella, tu marca” y el de “Marca personal”.

Records:

Juntos hemos estado en los extremos del planea, visto desde Costa Rica. Fuimos cerca del Polo Norte y del Polo Sur.

Lo más al norte que estuvimos juntos fue en Finlandia, muy cerca del Círculo Polar Ártico, lo más al sur en la Patagonia, en el Hemisferio Sur, la primera vez que estábamos bajo el hueco de la capa de ozono, cerca del Cabo de Hornos. Lo más al Oeste en Australia y lo más al este en los Emiratos Árabes Unidos. Lo más bajo tierra en Holanda, a dos metros bajo el nivel del mar; y lo más alto en La Raya, en los Andes en Perú, a pesar de haber estado caminando por Los Alpes.

Mares y lagos:

Juntos hemos caminado codo a codo por los senderos de Costa Rica, y volado por más del 30% del planeta; y hemos vivido amaneceres y atardeceres en más de doce mares en el mundo, siendo el Océano Pacífico, el Océano Atlántico y el Mar Caribe, el Mar Báltico, el Mar de Tasmania y el Mar del Norte, el Mar Arábigo, el Golfo de México, el Mediterráneo, el Mar de Marmara, estuvimos en el Tirreno en Italia, el Adriático, el Golfo Pérsico en el Océano Índico e hicimos -snorkeling- en el Mar de Coral entre Australia y Nueva Zelandia, en la Isla del Coco y en la Isla Granito de Oro. Navegamos por el estrecho del Bósforo para conocer el Mar Negro, y desde el avión hemos visto la Península de Yucatán y el Mar Rojo volando desde Dubai hacia Madrid.

También juntos hemos visto grandes y famosos lagos, como cuando hicimos el cruce de los Lagos en la Cordillera de los Andes, que atraviesa Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y parte de Venezuela, estando en la región Nahuel Huapi hacia la Patagonia, desde Puerto Mont hacia Bariloche; el Lago Di Garda en Italia, el Lago Llanquihue, el de Todos Los Santos y el Lago Frías, o cuando navegamos por el Titicaca, o cuando vimos el de Zurich, y el de Lucerna en Suiza, el Michigan en Chicago en Estados Unidos, el Ontario en Toronto, los "Mirror Lake" y "Wakatipu" en Queenstown en Nueva Zelandia de un color azul hermoso, que recorrimos a bordo del barco de vapor el "TSS Earnslaw”, que se lanzó por primera vez en 1912"; también estuvimos en Puerto Varas, El Calafate y el Glaciar Perito Moreno; el Petrohué en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, Peulla, Puerto Alegre, Puerto Blest, el monte nevado Tronador, Puerto Pañuelo y el Cerro Campanario; la Bahía Bajo de las Sombras, la Península de Magallanes, el Canal de los Témpanos, la Laguna Rodrigo de Freitas, el Parque de Flamenco, Viña del Mar y Valparaíso.

En New York vimos en dos oportunidades las Cataratas de Niágara en ese mismo estado, y cruzamos para verla también desde la orilla canadiense en Toronto, que fue la primera vez que juntos recibimos una nevada cuando llegamos a "Niágara by the lake". En una de nuestras visitas a la zona, y vestidos con ponchos impermeables, navegamos junto a las cataratas, quedando mojados por la brisa y la furia de la caída de aguas.

Juntos hemos visto el Rin, el río Elba en Alemania, el río Viena, el Sena, el río Moldava, el Urubamba, el río Guayas, el Potomac, el río Moselle en Coblenza, el Danubio, el Flandes, el Po, el Támesis, el Arno, el río Neckar en Heidelberg en Alemania, el río Manzanares, el Tiber, el Limago en Zúrich, el Salzach en Salzburgo, atravesamos el río de la Plata, con un ancho de 100 kilómetros para llegar a Uruguay para conocer Montevideo.

Así como hemos visto otras muchas maravillas de la naturaleza y otras tantas creadas por el hombre. También atravesamos en tren en ferri desde Alemania hasta Dinamarca, cruzamos la bahía desde Vancouver hasta la isla Victoria y Canadá, y navegamos por la bahía de Guanabara en Las tierras cariocas con vista a la Ciudad de Niteroi.

Desiertos:

Juntos tragamos arena en el Gran Desierto de Atacama, y aprovechamos para deslizarnos en sus enormes dunas, antes de hospedarnos en el maravilloso oasis de Huacachina. Jugamos recorriendo las arenas en buggies a gran velocidad.

Estuvimos en las tierras rojas del desierto australiano, con todas las luces apagadas, viendo la Cruz del Sur, Y nos deleitamos apreciando la Vía Láctea. Tuvimos contacto con bichos e insectos que no conocíamos, mientras disfrutábamos de un BBQ preparado por locales.

Vimos la luna llena en el Gran Desierto de Atacama en Perú, y un par de años después la volvimos a ver en el Desierto de Arabia en Medio Oriente, en cuyas rojas arenas corrimos en Hummer a gran velocidad, saltando en sus dunas, escuchando la canción “Ghost Town” de Adam Lambert

En el Sahara nos volvimos a montar en camellos mal olientes para recorrer el desierto y fotografiar las pirámides de Egipto.

Estuvimos en Lima, que es la segunda ciudad más grande del mundo construida en el desierto, superada únicamente por El Cairo, que también visitamos juntos.

Cruceros:

Juntos hemos hecho varios cruceros por diferentes partes del mundo, en tres continentes.

El primero de ellos fue a bordo del Prince Albert II de Silver Sea, una de las dos mejores navieras del mundo. Salimos de Puerto Caldera y recorrimos algunos puntos de interés en el Océano Pacífico. Nadamos entre tortugas y tiburones en la Isla del Coco, en donde además experimentamos un gran aguacero como nunca antes vimos, mientras éramos cuidados por un grupo multidisciplinario que formaba parte del "staff" del crucero siete estrellas; luego de haber navegado al lado de ballenas y acompañados de delfines, cuando pasamos cerca de la salida del Golfo Dulce en Costa Rica con rumbo al sur en el Pacífico.

Llegamos a Gorgona en Colombia, y a la Isla de la Plata en la pequeña Galápagos, y ahí conocimos a los Piqueros de patas azules, y más tarde los de patas grises.

Hicimos kayaks y snorkeling en la Isla Granito de Oro, solitaria en medio del Pacífico, en donde el personal del barco, vestido con frag en pantalones cortos, nos ofrecieron Cosmopolitans, famosos cocteles de "Sex and the City".

 Nuestro segundo crucero fue en el Vogager de Regent,. Recorrimos el Mar Báltico. Alimentamos palomas en el piso 12 de nuestro crucero, frente a las costas de Helsinki en Finlandia, viniendo de lo que era Leningrado; mientras nuestro mayordomo, el primero que teníamos en un barco, preparaba nuestras cosas en la habitación.

Estuvimos en un pueblo Hippie en Dinamarca, en donde nos prohibían tomar fotografías porque era dañino para el alma, pero seguramente nos hubieran dejado consumir toda la droga que deseáramos.

Estuvimos en Estonia, Letonia y conocimos la residencia de verano de Pedro el grande en las afueras de San Petersburgo, aunque también recorrimos la ciudad en coche, bus y barco. Finalmente nuestro barco llegó hasta Estocolmo en Suecia.

Juntos navegamos por el Rin durante una semana desde Basilea hasta Ámsterdam, llegando justo a la floración de los tulipanes, ahí aprovechamos para recorrer los canales, y conocer los molinos de viento en "Zaanse Schans", las fábricas de quesos en Volendam y la producción de zuecos de madera. Conocimos juntos el "Keukenhof Garden" que es el más grande y espectacular jardín de flores del mundo, con tulipanes de múltiples colores; es un escenario hasta donde la vista alcanza.

En el trayecto desde La Comunidad Helvética hasta  los Países Bajos desembarcamos en Breisach en Alemania, una ciudad que data de hace más de 4000 años; estando ahí aprovechamos para cruzar a la otra orilla y visitar el "Alsatian Wine Tour" en Colmar, ciudad francesa conocida como "La Pequeña Venecia". También paramos en Estrasburgo, que parece ser uno de los pueblos más hermosos de Europa, y conocida como la ciudad más alemana de Francia; caminamos por su centro histórico, Patrimonio Unesco de la Humanidad, fuimos a la "Place de la République".

También juntos, y desde el barco, nos bajamos en Speyer en Alemania y caminamos por la pintoresca ciudad fundada por los romanos, para hacer un tour en Heidelberg, en ese mismo país, siendo una ciudad conocida como la casa de las más antiguas universidades en Alemania, e inspiración para muchos grandes escritores y artistas en general, con vistas medievales, y caminamos por Neckar Platz, por calles angostas desde donde se podía admirar el castillo de la ciudad.

Juntos almorzamos en Rudesheim, una villa en el corazón del Rin, en el centro de Alemania. Estuvimos en Koblenz, que es una ciudad alemana que ha cambiado de manos siete veces entre este país y Francia; y finalmente llegamos a Cologne en donde la familia Farina inventó el agua de colonia.

Fuimos dos de los doce pasajeros en un crucero con capacidad para más de cuarenta personas, con nuestro guía privado, por el río Nilo. Estando ahí, en medio de un atardecer africano, encontré mi propósito de vida, navegando desde Luxor a Aswan.

Hicimos un crucero de río por el Danubio, en nuestro recorrido por la Antigua Yugoslavia. Luego de haber estado en Frankfurt en Alemania y unos días en Varsovia en Polonia, viajamos por carretera hasta Cracovia en ese mismo país y luego a Bucarest en Hungría, en donde tomamos el crucero.

Fuimos a Kalocsa, también en Hungría, y a Vudokar en Croacia, en donde cenamos en una casa de la localidad y luego un almuerzo con estudiantes universitarios locales.

Navegamos por Belgrado en Serbia y pasamos los “Iron Gates” (las exclusas), teniendo a Hungría de un lado y a Eslovaquia del otro; ambas naciones que de todos modos ya habíamos visitado en otro viaje a Europa.

Llegamos a Ruse en Rumanía y luego seguimos a Bucarest en ese mismo país, y juntos estuvimos en la casa en donde nación “El Conde Drácula” y luego la casa en la que vivió, según cuenta la leyenda iniciada por Vlad el empalador.

En esa ocasión aprovechamos para visitar los guetos de Varsovia y Cracovia y los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau, haciéndonos sentir uno de los mayores dolores de nuestra vida, y donde me llegó la inspiración para escribir mi libro “El Viaje”, con la idea de hablar sobre el resurgimiento de la humanidad, y de cómo cada uno debería hacerlo de manera individual.

Juntos tomamos otro crucero, el sexto en total, el tercero de mar y el segundo de la naviera Silver Sea, para recorrer las Antillas Menores, a bordo del Whisper; con un lujo y atención del nivel de 7 estrellas, otra vez. En esta oportunidad volvimos a tener mayordomo durante el viaje. Viajamos desde Barbados hasta Fort Lauderdale, visitando varias de las islas en el camino.

En Barbados, nadamos con tortugas en Harrison´s Cave en Bridgetown. En esta misma ciudad visitamos las cavernas, en donde vimos ríos subterráneos, lagos y cataratas, además de las estalactitas y estalagmitas, la Gran Catedral, creada por el agua entre piedras. Hicimos una caminata en "Welchman Hall Gully" en el bosque lluvioso, e hicimos snorkeling en sus aguas color turquesa. Juntos pasamos a la deriva, con el personal del barco, hasta que fuimos remolcados por amigos de nuestros guías.

Juntos estuvimos al norte de Trinidad y Tobado, cerca de Venezuela, en Saint George´s, en Grenada. Ahí aprovechamos para visitar productoras de especies en Dougaldston Esttate, Gouyave Nutmeg Factory y Concord Falls, donde la nuez moscada y los árboles de cacao crecen a lo largo de los flancos de las colinas de la selva tropical.

Piloteamos nuestros botes en las aguas cristalinas del Caribe, en los E-Sea Rider, un bote inflable para dos personas, y exploramos la idílica laguna de San Jorge, Carenage de St. Goerge´s, e hicimos un rato de snorkeling. Juntos estuvimos en Concord Waterfalls. Juntos vivimos la vergüenza de que nuestro mayordomo no había confirmado la invitación que recibimos para cenar en Silversea, pero finalmente resolvimos el problema, y juntos hicimos una sesión  de Coach a una de las directoras del Crucero, mientras cenábamos invitados por ella.

En Bequia, Saint Vicent and the Grenadines, contratamos un taxi descapotable y fuimos juntos a Mt. Pleasant, Paget, el mirador de Spring o Spring View, el santuario de las tortugas, y conocimos desde muy pequeñitas, hasta algunas más grandes que una almohada. También conocimos Fort Hamilton, y en Spring Hill Road, junto a la calle, pudimos ver árboles de canela, y olimos el delicioso aroma de las hojas de laurel.

Estuvimos en Fort de France, en Martinique, que es una isla con estatus de departamento de ultramar francés, ubicada al norte de Santa Lucía en el Mar Caribe. Visitamos la parte norte de la isla. Estuvimos en la Iglesia Sacré Coeur de Balata y su increíble punto de vista en la bahía. Cruzamos el bosque tropical que conduce la "ruta de la huella", las antiguas carreteras que unen Fort de France con St Pierre - un entorno salvaje y natural en el corazón del bosque tropical de Martinica. Descubrimos la caída de agua "Saut du Gendarme", paramos en una fábrica "De Paz, de ron local, creada en 1651. Luego descubrimos la capital formal de Saint Pierre y su trágica historia. Visitamos las playas de arena negra, y regresamos por la carretera costeña caribeña.

Aquí en Martinique, en una de las islas del Caribe, visitamos juntos Balata Church, construida en 1915, que casualmente es el año en que nació mi abuelita y Edith Piaf. Es una réplica de la Basílica del Sagrado Corazón en Montmartre en Paris, que también conozco.

En Gustavia, en Saint Barts, otra de las islas francés del Caribe, juntos rentamos un carro para recorrer la isla por nuestra cuenta, y hacer algunas compras. Visitamos casi todas las playas de la rocosa y empinada isla, y nos encantó St. Jean, además de ser la primera vez que teníamos un carro rentado en territorio europeo.

En Saint John´s en Antigua, que fue nuestra sexta parada en las Islas del Caribe en nuestro crucero del 2017, juntos conocimos el Fort James Beach and Fortress, las playas blancas del Caribe, St. John´s Harbor, Nelson´s Dockyard, las ruinas de Blockhouse y Shirley Heights.

Espectáculos / Museos / Bailes:

Juntos hemos sido testigos de la fantasía de Disney, Epcot, Universal Studios y otros en Orlando con Paola Fallas, y de la magia de obras de Broadway en New York, como cuando lloré varias veces viendo "El Rey León", o cuando presenciamos "Wicked", "The Book of Mormon", "42nd Street", "Chicago" y "El Fantasma de la Ópera", así como "Pippin" en Washington o "Los Miserables" en la capital británica. Además vimos "Hombres de Azul" en Nevada, concierto de Beethoven y Mozart en Viena,  "El Cascanueces" dos veces en San José, una de ellas con mi sobrina Jimena Valdivieso, y "The Christmas Spectacular Show" en el "Radio City Music Hall" en La Gran Manzana, una formidable presentación que incluía a las Roquets; el "Teatro Negro" de Praga en la República Checa, en donde disfrutamos "Ta Fantastika" con "Aspects Of Alice"; "Don Quijote" en la Ópera de Viena en Austria, Il Divo en Costa Rica; "El Barbero de Sevilla" en "The Opera House" en Sídney, y estuvimos en la inauguración de la temporada de la ópera lírica en la Arena de Verona, en la otrora casa de Mussolini. En esa oportunidad nuestro chofer, que regresó a su casa luego de dejarnos, dice habernos visto en vivo en la RAI, que es la cadena nacional de la televisión italiana.

También hemos estado en varios espectáculos del Circo del Sol; en Las Vegas vimos "Zumanity" y "Ka", que es un ataque a todos los sentidos y no podíamos creer lo que estábamos disfrutando; estuvimos en "La Nouva" en La Florida, también con Paola Fallas, y en Costa Rica presenciamos "Varekai" y "Corteo"; este último muestra el funeral de un payaso; así como hemos visitado formidables museos como el de Dubai, el Smithsonian, el de Botero, el MEP y el Moma en New York, el museo de Van Gogh y el Museo Nacional o "Rijks Museum", ambos en Ámsterdam; el Museo de Orsay en París, la Galería Nacional de Washington, el museo de Historia Nacional de Washington, el del Vaticano, el Museo de Arte Catalán en Barcelona, el Museo de Jade en Cartagena, el de Tasmania y el de Georgia O'Keefe en Nuevo México, el museo del South West en Phoenix, y el Museo de Rotorúa, así como hemos fotografiado, incluso sin permiso el interior de las pirámides en Memphis, la Piedad del Vaticano, el David de Miguel Ángel, y algunas maravillas creadas por Rembrandt, Monet, Manet, Cezanne, Gouguin y Picasso.

También hemos disfrutado de bailes típicos rusos en su país en el norte de Europa, Samba en Brasil, danzas autóctonas en Budapest, un show de tango en la Esquina de Carlos Gardelen Buenos Aires, y asistimos a ver "Carmen en Flamenco" en la Gran Vía de Madrid, invitados por Doris Goldewick; sin dejar de mencionar que caminando por el Puente de los Suspiros en Bogotá, nos detuvimos para que Ana Elena Correa, una amiga, nos cantara profesionalmente "La flor de la canela".

Juntos lucimos nuestras mejores “galas de viaje”, sentados en una mesa perfectamente colocada en el Moulin Rouge, disfrutando de un espectáculo de esos que te cautivan para siempre.

Palacios:

Juntos hemos visto los palacios de al menos una docena de familias reales, incluyendo casas de zares rusos en San Petersburgo, sultanes turcos en Estambul y templos faraónicos del antiguo Egipto, además de las formidables e impensables casas de tres emires en los Emiratos Árabes Unidos, que es probable que hagan palidecer al Palacio de Buckingham.

En la capital de La República Checa vimos El Palacio del Arzobispo, el Castillo de Praga, el Castillo Marksburg en Coblenz, que es el único en el Rin que nunca fue destruido y ha continuado ocupado por más de 700 años. El Castillo de Bratislava, el Palacio de Lobkowicz y la Plaza de San Wenceslao, así como la torre del ayuntamiento con el reloj astronómico medieval, en donde nos encaramamos para tomar fotos; hemos visto el Palacio de Belvedere, el Palacio Imperial de Hofburg y el Palacio de Schönbrunn en Austria; el Palacio de Mirabell, el de Helbgrunn en Salzburgo; el Palacio de Buckingham en Londres, varios palacios en Estocolmo y los parlamentos de Viena, Londres y El Cairo.

En Ámsterdam estuvimos frente al Palacio Real y la casa oficial de su Majestad la Reina, y en San Petersburgo caminamos los pasillos de la casa de verano de Pedro el Grande.

Monumentos o arquitectura, y similares:

Juntos, en Budapest, cruzado el Puente Elizabeth, la Plaza de los Héroes, La Opera que es un ejemplo del neo renacentismo, el Bastión de los Pescadores con magníficas vistas del Parlamento y del Danubio, el  Puente de Margarita, el Barrio del Castillo, el Monumento a Esteban I El Santo, y la Galería y el Museo Nacional.

Hemos estado de pie frente al Obelisco en la capital de la Unión Americana, el Cementerio de Arlington, La Casa Blanca, la Casa de la Moneda, El Monumento a Jefferson y el Monumento a Lincoln; el "Vietnam Memorial" y el "Korean Memorial", "The Reflection Pool", "Rockefeller Center" y "World Trade Center"; también en la Gran Manzana frente a la Estatua de la Libertad, el Empire State y el Crysler.

El Capitolio y el Pentágono en Arlington, el Departamento de Estado, la OEA, el Congreso y en la sala de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas; el Canal de Panamá, las exclusas Del Río Danubio y las Del Río Nilo, el Cristo Redentor y la montaña Pan de Azúcar, Corcovado y el Maracaná en Río de Janeiro en Brasil; el Volcán Osorno y el Volcán Calbuco en Chile, además estuvimos en Pompeya y fuimos testigos de la destrucción causada por la erupción del Volcán Vesubio, que se mantiene erguido y amenazante.

Vimos juntos el London Eye en Inglaterra y el Melbourne Star en Australia. Vimos juntos la Casa del Parlamento en El Reino Unido; la Sirenita en Copenhague, los Monasterios de Antigua en Guatemala y las misiones en California, estas últimas en un recorrido de dos semanas desde Los Ángeles hasta San Francisco, conociendo Santa Mónica, Santa Bárbara, Malibú, San José y otros "pueblos" icónicos, que aunque ambos conocíamos esa ciudad, ahora la visitábamos juntos, además el Golden Gate y las mejores atracciones de Castro Street. Juntos estuvimos en la Casa Rosada en Argentina en la Plaza de la República, también en la Plaza de Mayo, San Telmo y la Boca, el Caminito del tango, Puerto Madero, el Retiro, la Recoleta, el Teatro Colón, las Milongas y los Salones del Tango.

Los nombres de algunas ciudades o países se me confundían cuando era joven, pero juntos hemos ido eliminando esas confusiones porque estuvimos en “Suiza y Suecia”, en "Eslovenia y Eslovaquia" y en "Dubai y Abu Dhabi"; ahora solo nos quedaría pendiente "Irán e Irak" pero las posibilidades son bastante escasas.

Juntos visitamos algunos cementerios grandes de las ciudades a las que llegamos. Vimos la tumba de John F. Kennedy en la capital norteamericana y la de Evita Perón en Argentina. 

Juntos hemos visto la Torre Eiffel, los canales de Venecia y la Plaza de San Marcos en esa misma ciudad, el Valle de los Monumentos en Utah, que si la vida fuera una fábula, sería aquí donde hubieran filmado la serie de El Correcaminos. Llegamos hasta ahí pasando por Sedona y Flagstaf utilizando la ruta histórica interestatal 66. Vimos los saunas naturales de Finlandia; el mercado de pescado y el "Space Needle" en Seatle; el Domo de Florencia y el mausoleo de los Medici ahí mismo; la Fontana Di Trevi, las casas coloniales de Savannah Georgia y Charleston en Carolina del Sur, Wilmington en Carolina del Norte y CN Tower en Toronto; el Emirate Palace que es el hotel siete estrellas de Abu Dhabi en donde se hospeda solo la realeza; así como hemos visto formidables construcciones que sirven de ayuntamiento y casas de gobierno en decenas de capitales. También nos vio pasar la Puerta de Alcalá, la Puerta del Sol, la Plaza Mayor, Champs Elysees y el Arco del triunfo; estuvimos en las ventas de arte callejeras en Mont Martre luego de fotografiar el Moulin Rouge la primera vez que lo veíamos, y fue hasta nuestra segunda visita a Paris que pudimos estar en un espectáculo del teatro, sentados a la mesa y tomando Champagne.

Juntos caminamos por el Ponte Vecchio en Florencia en Italia, atravesamos el Puente de las Cadenas en Budapest, el Puente de Carlos sobre el río Moldava, que conecta a la ciudad pequeña de Praga, y años después paseamos por el Malecón de Guayaquil.

También estuvimos que lo que fue la grandiosa ciudad de Toledo en la llanura de La Mancha, que cuenta la historia del Quijote y sus andanzas, y caminamos por las arenas de Positano, en la costa Italiana, muy cerca de Nápoles y de la Isla de Capri.

Juntos estuvimos varias veces en el Burj Khalifa en Dubai, que es el edificio más grande del mundo, y en el Burj Al Arab que tiene habitaciones de entre uno y siete millones de colones diarios que tardaron diez meses enfriándolo una vez que encendieron el aire acondicionado, haciéndolo despacio para no crear una nube interna que pudiera llover y dañarlo.

Juntos estuvimos en Cataluña en donde comimos tapas y tomamos sangría en un restaurante en la acera, antes de caminar por el Puerto en el Mediterráneo, Las Ramblas, el Barrio Gótico y cuanta callejuela nos encontrábamos, y admirando construcciones de Gaudi. Días después, en esta misma ciudad y con nuestros dos guías privados y especializados, fuimos a conocer Park Güel, el Parque La Ciudadela frente al Parlamento, el formidable Mont Juic sobre la colina, con sus fuentes asombrosas, construido para el tiempo de la Exposición Universal de Barcelona, todo esto antes de reunirnos para cenar con Andrea y Luis Carlos, nuestros sobrinos Sánchez. Pasamos juntos por la sede de la Inquisición Española, aunque ya habíamos estado en un lugar similar en Bogotá, causándonos el mismo dolor. Caminamos por la Gran Vía de las Cortes Catalanas, la famosa casa La Pedrera de la familia Milá, que fue lo último que construyó Gaudi antes de dedicarse por completo a la Sagrada Familia, los últimos quince años de su vida, antes de ser atropellado por el tren. Pasamos por el Paseo de la Gracia similar a la Quinta Avenida de New York o Champs-Elysées en Paris, que es el lugar en donde los millonarios, nobles y burgueses tenían sus casas para que los pobres los vieran tomar café.

Juntos conocimos el Manneken Pis en Bruselas, caminando hacia él desde la Gran Plaza al lado de Jean Paul Gaultier, antes de intercambiar unas palabras con él, en la ciudad en donde inventaron los Pitufos, disfrutando el momento al máximo con Jorge Moya y Ben. Nos regalaron banderas de la diversidad, pero tuvimos que dejarlas porque estábamos a punto de volar al mundo árabe, cuyos países tienen nivel importante de homofobia institucional.

En Roma y en Ciudad del Vaticano, que hemos visitado un par de veces, disfrutado la Piazza Navona, El Panteón de Agripa, El monumento de Vittorio Emanuele II o Altare della Patria, La Piazza Venezia y la Colina Capitolina, La Fontana di Trevi, Spanish Steps o las escaleras de La Plaza España hasta la iglesia Trinita dei Monti y la barroca Fontana della Barcaccia, Parco Borguese, el Castillo de San Ángelo, conocido como el Mausoleo de Adriano o Mole Adrianorum, es un monumento romano situado en la orilla derecha del río, en frente del Pons Aelius (actual puente de Sant'Angelo), a poca distancia de la Ciudad del Vaticano. Fue ahí donde me inspiré para escribir mi libro “La segunda inquisición”.

Juntos estuvimos disfrutando varias de las grandes obras de Gaudí en Barcelona, y en Bélgica visitamos el Átomo, “Mini Europa”, la casa del Rey y los jardines reales.

Iglesias y templos:

Juntos hemos visitado las más grandes iglesias del mundo incluyendo el Vaticano, la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina y otras grandiosas de Roma, la Catedral de San Patricio en New York y la iglesia de San Patricio en Melbourne en el Estado de Victoria en Australia;  la iglesia Gótica y la de Basler Münster en Basilea en Suiza, la Catedral Gótica de Viena, la Catedral de Espira en Speyer en Alemania, en cuyo altar se encuentran las tumbas de ocho emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. También visitamos la Catedral gótica de Estrasburgo, la Catedral de Barcelona, la Basílica de Budapest, que es la más grande de la ciudad, la Basílica de la Inmaculada Concepción y la Catedral Nacional de Washington; la Catedral de Santa María de Fiore en Florencia, la Catedral de Siena, la Iglesia de San Nicolás en Talín en Estonia, la sinagoga de Budapest y la sinagoga de El Cairo, Notre Dame en la capital francesa, el Templo Expiatorio de La Sagrada Familia en Barcelona, San Matías o el Rey Matías, que es una iglesia gótica de Hungría, con influencia turca; la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, la Catedral de Santa María de la Cruz en Sidney y la Catedral de Colonia que es un templo católico de estilo gótico, que se empezó a construir en el 1248 en la ciudad del mismo nombre en Alemania. Nos encaramamos juntos hasta el cucurucho de la Catedral de Basilea en Suiza, y estuvimos frente a la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada en Rusia. En Praga vimos La Catedral de San Vito, donde se coronan a reyes y reinas, la Basílica de San Jorge, la iglesia de Nuestra Señora de Tyn y la iglesia de nuestra señora de la Victoria con el ícono del niño Jesús.

En Dresde La iglesia luterana barroca de Nuestra Señora y la Catedral pintada de colores pastel como un teatro para presentaciones matutinas; La Almudena en Madrid, y en Viena estuvimos juntos en La iglesia de San Carlos y la Catedral de San Esteban, la Basílica de San Esteban, la mayor de Budapest; la Iglesia del Sagrado Corazón en Bruselas, de arquitectura Art Deco, con vistas de Bruselas en 360 grados; en cuyo sótano tienen un cabaret para espectáculos de travestis. También estuvimos juntos en otros maravillosos templos en un sinnúmero de capitales; además de haber visitado mezquitas en el mundo musulmán, incluyendo Aya Sofia y la Mezquita Azul en Estambul, otras en El Cairo en dónde nos permitieron orar junto a musulmanes devotos, también Jumeirah en Dubai y Sheikn Zayed en Abu Dhabi, ambas en los Emiratos Árabes Unidos, que nos dejaron boquiabiertos, principalmente porque coincidimos con los cánticos de adoración que erizan la piel. Esta segunda edificación islámica fue inspirada en el Taj Majal, de arquitectura marroquí, y con un costo de seiscientos millones de dólares, o sea trescientos veinticuatro mil millones de colones.

Transportes:

Juntos hemos usado trenes normales y de alta velocidad, algunos en clase económica y otros en primera clase. Usamos tranvías, monorrieles, barcos pequeños, medianos y uno tan grande que tenía la piscina en el piso once, así como lanches y catamaranes. Nos montamos en helicóptero, aviones pequeños, medianos, de dos pisos y de hélices, anduvimos en camellos en Dubai por primera vez y más recientemente nos encaramamos en un dromedario en nuestro camino hacia Ayers Rock en Australia, también anduvimos juntos en un velero en la bahía de Auckland, en donde a ambos nos permitieron "manejarlo".

Festividades:

Juntos hemos recibido el Año Nuevo en Costa Rica, en Washington, en California, en Arizona, en Londres con Allan Ruiz y Otto Rivera, en Bogotá con Antonio Alarcón y Ricardo mientras ambos trabajaban en nuestra representación diplomática en Colombia; también habíamos visitado a Antonio cuando vivía en New York, siendo parte de  la Organización de las Naciones Unidas. En Pensilvania en la casa de nuestra querida sobrina María José Cardona, y aprovechamos para hacer una cena deliciosa para sus amigos. También recibimos el año nuevo varias veces en New York y otras en New Jersey, y en el enigmático y energético Cusco, capital del Gran Imperio Inca en Perú.

Juntos celebramos mi cumpleaños de Borbon Street, el de Luis Fer en New York y San Valentín en Queenstown en Nueva Zelandia.

Juntos hemos celebrado el cumpleaños del rey de Holanda, vestidos con camisas de color naranja en las calles de Ámsterdam, y hemos estado en el pre-gay Parade de Washington y de Bruselas, así como juntos hemos inflado cientos de globos en el piso diez de las Torres Paseo Colón, para arrojarlos el día de la celebración del Orgullo Gay en San José.

Hoteles:

Juntos nos hemos hospedado en maravillosos hoteles alrededor del orbe, incluyendo el monasterio de Antigua Guatemala, en donde nuestra habitación parecía haber sido la cava o una cripta sin ventanas, el maravilloso otrora palacete praguense en la República Checa, el Hotel Intercontinental Dubái Festival City.

Nos hospedamos en un lujoso hotel de cuevas en Capadoccia, que data de hace unos 7000 años, y en El Cairo disfrutamos de dos hoteles que son considerados de los mejores del mundo. Uno de ellos es el Mena House de cinco estrellas, que es como estar en el cuento de “Las mil y una noches”, con una colorida y rica historia egipcia. Han atendido huéspedes de la realeza, emperadores, políticos y celebridades desde 1869. Rodeado de 40 acres de verdes jardines, localizado a la sombra de La Gran Pirámide de Giza. Su historia real se ve reflejada en su lujoso interior con exquisitas antigüedades, muebles tallados a mano. Desde nuestra habitación, al amanecer, disfrutamos de la vista de las pirámides.

Mundo en general:

Juntos decidimos, estando en Buenos Aires y con todo pago y reservado, abortar la idea de ir a conocer las Cataratas de Iguazú, porque ambos sentimos que no era el lugar en el que Dios nos quería en ese momento, y nos gusta ser obedientes para poder seguir disfrutando de nuestros viajes bajo la protección del Altísimo.

Juntos hemos tomado en los países productores, vinos en los cinco continentes. Recuerdo haber tomado vinos locales en Francia, Italia, Argentina, Chile y Napa en California.

Juntos tomamos grapa en Italia, pisco en Perú y caipiriñas en Brasil; así como hemos comido empanadas argentinas en las tierras de Mafalda y empanadas chilenas en la nación que les da su nombre.

Juntos hemos tenido pérdida de oxígeno en montañas como los Alpes o los Andes y caminado bajo la nieve de las Dolomitas, en donde tomé la foto que luego convertí en una de mis mejores acuarelas; y estando ahí no pudimos dejar de recordar el libro "Marco, de los Apeninos a los Andes", escrito por Edmundo de Amicis y publicado en 1886, aunque no sería sino hasta un par de años después en que juntos pusiéramos los pies en Los Andes en el sur de América.

Juntos hemos comprado quesos y jamones en Santa Fe de Nuevo México, para almorzarlos más tarde en un risco de las montañas Sandía en Albuquerque; así como también compramos quesos holandeses en Ámsterdam para compartirlos con amigos algunos días después, en una tarde de vinos en Bruselas; luego de llegar a Brujas, conocida como "La Venecia del Norte" y declarada Patrimonio de la Humanidad; y el pueblo medieval de Gante, con calles empedradas.

Juntos en Bruselas recorrimos las callejuelas, vimos estatuas y edificios icónicos.

También juntos estuvimos en Lovaina en Bélgica, un par de días antes de viajar por primera vez juntos al continente asiático, aterrizando en el convulso mundo árabe. Volamos pasando por los cielos sobre Alemania, la República Checa y Hungría: luego por Rumanía y Bulgaria, muy cerca de Croacia, Serbia y Moldavia. Después surcamos el espacio aéreo del Mar Negro, antes de entrar a Turquía, Siria, Irak e Irán, muy cerca de Jordania.

Aunque hemos estado dos veces en Asia y en varias oportunidades en Europa, sólo en el 2016 estuvimos en los cinco continentes habitados de la tierra porque en este año volvimos a esos dos saliendo de América, y además visitamos Oceanía y África.

Juntos nos hemos -emborrachado- a ritmo de canciones típicas costarricenses en un pueblito italiano, y cocinamos para -campesinos- en ese mismo país. Juntos cruzamos la otrora Cortina de Hierro, hemos estado en Polonia, hemos visto los guetos de Varsovia y Cracovia, sufrimos en los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau. Vimos la momia de Tutankamon. Atravesamos la línea del Ecuador, el Meridiano de Greenwich, volamos en avioneta para ver cerca de 20 de las líneas de Nazca y chupamos las paredes de la Catedral de Sal de Colombia. Juntos nos hemos tomado miles de fotos, y más recientemente, cientos de "selfies".

Hemos visto glaciares, y caminado por algunas de las montañas más altas; hemos visto el piso desde un globo en Orlando, y temblado en algunas de las zonas más frías del planeta.

Nunca planeamos ir a Alemania, era el destino menos deseado, y finalmente juntos hemos hecho tres viajes a este país, visitando no menos de seis ciudades en las tierras arias.

Juntos hemos estado varias veces en Madrid y fuimos dos veces a Suiza, incluyendo visitas a las zonas por las que seguramente caminaron Heidy, Pedro, Niebla y el abuelo, desde donde los Alpes te hacen sentir diminuto, aunque ya habíamos estado en el Paso Pordoi, en esta misma montaña pero del lado italiano; años después caminamos en La Raya en Perú, a 4.335 metros sobre el nivel del mar.

Estuvimos en unas cuatro oportunidades en territorio francés, dos de ellas en Paris y La Defense, una en pueblos francés bañados por el Rin y en otra navegando por las Antillas, conociendo la Francia insular.

En Egipto estuvimos en las tierras que vieron a Moisés y protegieron al niño Jesús con sus padres cuando escapaban de Herodes. La nación cuyo Mar Rojo se abrió para que los judíos buscarán la Tierra Prometida. Donde se dieron las siete plagas y donde fueron entregadas las tablas de la ley De Dios, según la historia cristiana. Tuvimos esa grandiosa sensación de caminar por donde hay o hubo una civilización de muchos años antes de Cristo.

Juntos hemos visto y fotografiado algunos de los miles y miles de grafitis que afean la capital húngara, y hemos sido testigos de la cantidad de personas sin hogar que duermen en las aceras y en las partes bajas de los edificios, dando una sensación de inseguridad mientras se camina por ahí de noche. Sin embargo Budapest parece ser como el Ave Fenix que renacerá de sus cenizas, y por lo tanto juntos planeamos llegar otra vez en el 2017, y lo hicimos con la esperanza de que hubieran cambiado su apariencia soviética.  Aunque no hubo cambios significativos entre la primera y la segunda de nuestras visitas, podíamos confesar que está vez vimos mejor la ciudad.

Juntos hemos volado en helicóptero sobre el Cañón del Colorado y en globo sobre Capadoccia, sobre casas de hace como siete mil años, mientras un chico colombiano pedía la mano de su novia en matrimonio.

A pesar de los atentados terroristas de la zona, de que nos advirtieron los riesgos desde Estados Unidos, y que nuestra aseguradora internacional nos dijera que estaríamos sin protección, juntos estuvimos a 500 kilómetros de Siria, en la parte asiática de Turquía.

Juntos hemos caminado, comprando de poco a nada, por la Quinta Avenida de New York, En Burberry en Boston, The Magnificent Mille en Las Vegas, por  Bahnhof-Strasse en Zúrich y por Oxford Street en Sidney, así como los pasillos millonarios del Mall de Dubai

Juntos hemos caminado algunas veces en South Beach en La Florida, y celebramos mi cumpleaños cuarenta con siete amigos en Borbon Street en New Orleans, y en otra oportunidad aterrizamos juntos en Jacksonville en la Florida para conducir hasta Savannah en Georgia y encontrarnos con Verny, Isaura, Alvaro y Kate, pasando días maravillosos. En ese mismo viaje aprovechamos para hacer una paradita y visitar a nuestros amigos Chaco y David en Myrtle Beach.

También juntos fuimos a Búfalo, Boston, Connecticut, Rhode Island, Baltimore en el Estado de Maryland, Providence, New Haven, Cinque Terre, San Gimigiano, Trieste y Forth Worth en Texas, en donde conocimos "Stockyards" y "Sundance Square"; también recorrimos Dallas con nuestro amigo Alejandro Durán.

Juntos visitamos a Tom, Mequi y su familia en Boston, y cuando se mudaron a Búfalo también fuimos a pasar unos días con ellos. Años más tarde cenamos con Elise y su entonces pareja en Manhattan. En Washington nos hemos encontrado varias veces con Trudy Harlow y con Shawn McDermott, a este último también lo hemos visitado en Baltimore; hemos disfrutado Panamá con personas muy queridas como Carlos y María Eugenia Samudio, él ha sido mi gran amigo durante mucho tiempo; también con Mariela Arjona y su esposo, que en mis años de juventud fue la novia que quise y nunca tuve; y con toda la familia Alexander, que desde niño fueron como mis tíos y primos. Juntos hemos cenado en Madrid con Eugenia Chaves, ahijada de Luis Fer; y con María Asunción Herrera y su hijo Gonzalo; y en Santiago de Chile pasamos momentos maravillosos con Dorita Ruiz y su familia, en un par de viajes a ese maravilloso país.

Volamos juntos y pegados a la ventanilla del avión para ver las rojas y finas arenas de Arabia Saudita, luego el Mar Rojo y la Península del Sinaí, que fue la que recorrieron Moisés y los judíos para llegar a la tierra prometida, después de que Dios separara las aguas; también vimos los acantilados de la Isla de Malta, y las playas de Túnez y Argelia.

Hemos estado juntos en decenas de malles, incluyendo Festival City Mall y el Dubái Mall que es el más grande del mundo; el Mercado de las Especies y el Mercado de Oro en Medio Oriente, ambos operados por indios.

Juntos hemos conocido personas de diferentes e "interesantes" nacionalidades, obviando a los residentes de los países en los que hemos estado, también hemos tenido contacto con gente Nepal, India, Mauritius, Filipinas y Pakistán.

Juntos estuvimos en el Hotel Viceroy en Yasmarina Circuit, en Abu Dhabi, y vimos la Ferrari. También  vimos donde se construirán el Louvre y el Guggenheim en esa misma ciudad.

Juntos reportamos para Navégalo Televisión, pasando la señal desde dónde estábamos hasta el estudio central en Costa Rica, dirigido por Óscar Núñez, y desde ahí para el mundo hispanoparlante; y lo hicimos desde Washington en el Distrito de Columbia, desde Danielsville, Lancaster, un pueblo Amish, Williamsburg, Jamestown y desde Alexandria, así como también transmitimos desde varias ciudades en el cono Sur, incluyendo Brasil una semana antes del Mundial de Fútbol, con entrevistas y saludos desde las playas de Ipanema y Copacabana, que después sirvió para material promocional una vez que empezaron los partidos.

Juntos hemos estado en Virginia en varias oportunidades, en Nevada y en Georgia, y disfrutamos de la experiencia que tuvo KiKa al conocer el mar en Esterillos en Costa Rica

Brindamos con champagne tanto en Bruselas como frente a las costas de la Isla del Coco, y años más tarde el día de San Valentín en Queenstown en Nueva Zelandia, en camiseta de tirantes con un clima maravilloso.

Juntos estuvimos un mes en Italia, aprendiendo cocina en casas de los años 1300's, en donde comimos decenas de cerezas directo de la mata, como quien come jocotes en Alajuela; y tomamos galones de vino, empezando en Florencia y terminando en la maravillosa y desordenada ciudad de Roma, que fue la inspiración para que empezara a escribir mi libro "La segunda Inquisición", a la que años después volvimos por segunda vez. Nos fotografiamos en el emblemático Coliseo Romano en donde tantos cristianos murieron luchando contra los leones; todo esto sumado a una borrachera en el Museo del Prosciutto en ese mismo país, cerca o dentro de la Toscana. Desde nuestra habitación en la capital italiana, en el Courtyard Rome Central Park by Marriot, disfrutamos la vista de la cúpula de la Catedral de San Pedro, y días después, desde nuestro cuarto en El Cairo, podíamos ver las pirámides emblemáticas y misteriosas.

Italia y Chile son los únicos países, aparte de Costa Rica, en los que juntos hemos estado durante un mes; aunque en el primero recorrimos muchas ciudades, y en Chile estuvimos viviendo en el mismo apartamento, mientras compartíamos un seminario con otras 60 personas que terminaron siendo compañeros queridos, graduados del Insight IV.

Juntos hemos comido delicioso en Nyhavn en Dinamarca y salchichas en Hamburgo; nos tomamos fotos en los campos de Canola en Austria, en donde se me vinieron algunas lágrimas al imaginar junto a Doris Goldgewicht, mi amiga judía, como escapaban sus paisanos en otro tiempo, tratando de salvar su vida por esas planicies en la Segunda Guerra Mundial. Caminamos juntos por Bratislava que es la capital Eslovaca, los antiguos terrenos que formaron parte de los Habsburgo, cuando era el Reino Húngaro, hasta la primera Guerra Mundial; y lo hicimos de la mano en Times Square, tratando de no congelarnos en una fría noche de invierno.

Juntos hacemos migración en cualquier país al que vayamos, y le explicamos al oficial nuestra relación; aunque decidimos no hacerlo en Rusia ni en los Emiratos Árabes Unidos, por un tema de homofobia. Juntos estuvimos frente y dentro de la casa de Su Santidad el Papa; y de hecho tres veces hemos estado juntos en el mismo país en el que se encuentra el Pontífice, dos veces en Roma y una en Santiago de Chile. Hemos sido recibidos por el dos veces Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de La Paz, don Oscar Arias Sánchez, en su residencia en San José. Juntos hemos destrozado paraguas en Dinamarca y botado una sombrilla doblada por la lluvia y los fuertes vientos en la ciudad germana de Dresde, en el valle de Elba, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, capital de Sajonia; así como vivimos el bombardeo climático bajo una fuerte lluvia de granizos en Siena, recibimos en Manhattan la primera tormenta invernal del 2014, y nos resguardamos en Praga de un huracán repentino que hizo volar sillas y mesas callejeras.

Juntos hemos estado, obviamente, en diferentes culturas que tenemos que tratar con mucho cuidado, porque no es lo mismo hablar con los vikingos del norte de Europa que con los campesinos que viven arriba de los Alpes, o los indígenas del altiplano andino, como con los aborígenes australianos; ciertamente no es lo mismo tratar con un árabe de los emiratos o hacerlo con uno de El Cairo o Estambul.

Juntos estuvimos en Hungría y en Praga,  que es la capital de la República Checa. Una ciudad que se empezó a construir en los años 900. Una ciudad mágica que enamoró, alcanzó la imaginación y despertó las musas de escritores, músicos, compositores, pintores y muchos más artistas que han deleitado al planeta con creaciones empezadas o terminadas en las tierras que han sido dos veces capital de imperio. Una ciudad en la que se oró con amor y se mató para salvaguardar la fe de algunos. Una ciudad con puentes milenarios que fueron construidos para el transporte de reyes y obispos, y que soportaron nuestros pasos juntos.

Juntos estuvimos en lo que fue la casa de Wolfgang Amadeus Mozart en Makartplatz en Salzburgo, y estando ahí recordamos con melancolía el musical de la Novicia Rebelde; también estuvimos en la casa de Romeo y Julieta en Verona, la de Simón Bolívar en Bogotá, la de George Washington en Mount Vernon también vimos la casa de Tina Turner en el Golden Cost de Zúrich, y la universidad donde estudió Alberth Einstein. También nos sentamos, junto a Mafalda, en una banca en Buenos Aires.

Juntos cruzamos en carro la frontera entre Estados Unidos y Canadá, y al regreso experimentamos una peligrosa tormenta de nieve; también cruzamos caminando por senderos montañosos la frontera entre Italia y Eslovenia.

Juntos disfrutamos de la fuente de la Plaza España en Barcelona, las aguas danzantes de Las Vegas y el alucinante espectáculo en la fuente del Mall de Dubai. Juntos anduvimos en un Hummer corriendo por las arenas, nos montamos en camello y fumamos pipa en un campamento beduino. Juntos hemos estado desde -18 grados en un aterrizaje de emergencia en Manhattan viniendo de Búfalo, hasta 43 grados centígrados en las costas del golfo de Arabia.

Juntos hemos estado en más de cinco capitales imperiales y hemos tenido contacto con un gran número de grupos indígenas en el continente americano, como los descendientes de los Incas en Perú y de los Mayas en Guatemala, así como los nativos puros Navajos, Quechuas, uros y Aimaras, y sin olvidarnos de los indios de Emberá, que cuando los visitamos tenían un año de no ver a un hombre blanco, siendo nosotros pasajeros del Prince Albert II de Silver Sea, que viniendo por el Pacífico desembarcamos a la entrada de los canales del Tapón de Darién, y navegamos río arriba hasta llegar a la aldea de hombres con taparrabo y mujeres con los pechos descubiertos; y muy recientemente conocimos a los aborígenes australianos y los nativos neozelandeses.

Juntos estuvimos en el Gran Imperio Inca y en el otrora imperio Austro-Húngaro

Juntos hemos experimentado la adrenalina de hacer Rafting y Canopy en Costa Rica. Hemos usado Segway en Savannah Georgia, en Washington, en Queenstown en Nueva Zelandia, en Roma para repasar lo que ya habíamos conocido en un viaje anterior, n la Isla Antigua, en las Antillas Menores, en América Insular, y más recientemente en Madrid. Sin olvidar nuestro recorrido en bicicleta por la capital francesa.

Estando en Basilea y antes de tomar un crucero por el ring, llegaron juntas por correo del Ministerio del Interior, nuestras aprobaciones de Visa para poder entrar a Dubai una vez que termináramos nuestras vacaciones en Europa en ese 2015, y disfrutar del emirato y de la compañía de Frank Araya que nos esperaba juntos.

Juntos en varias oportunidades, nos hemos dormido en un país y amanecido en otro, mientras nos transportamos en avión, en barco o en tren; así como estuvimos en las noches blancas en el Norte de Europa.

Juntos viajábamos entre Zúrich y Praga cuando nuestro tren tuvo problemas técnicos luego de pasar por Frankfort, y antes de experimentar el miedo de ser acosados por un guardaespaldas que parecía ser ruso y peligroso; tal vez resultó ser un momento más aterrador que cuando juntos caminamos por la favela brasileña, ante la mirada amenazante de algunos de sus residentes, o cuando una mujer loca nos persiguió por las calles de Melbourne en Australia.

Juntos nos cuestionamos cómo no se ha caído la torre inclinada de Pisa, mientras la veíamos y fotografiábamos, minutos después de ser testigos de un accidente de tránsito en el que se vio involucrada una patrulla italiana que estaba en persecución.

En El Cairo visitamos juntos, por fuera y por dentro, la Gran Pirámide, cuya construcción se llevó a cabo en el siglo XXVI a.C., o sea 2560 antes de que naciera Jesús, como sepulcro físico y espiritual para el faraón Khnum-Khufu (más conocido por su denominación griega: Keops). También fuimos a Memphis, Saggara, que el primer arquitecto conocido del mundo la diseñó para su faraón Zoser. Una tumba con un diseño revolucionario; la pirámide escalonada; la primera de grandes dimensiones construida en Egipto. Y tuvimos una vista panorámica del atardecer con una cena beduina, en tapete sobre las arenas.

Estuvimos en la Gran Esfinge de Guiza, que es una monumental escultura que se encuentra en la ribera occidental del río Nilo. Los egiptólogos estiman que fue esculpida cerca del siglo XXVI a.C., formando parte del complejo funerario del rey, durante la dinastía IV de Egipto. Por lo tanto, juntos pisamos las otrora tierras faraónicas, recordando la historia o leyenda de Moisés, quién es una figura importante para el judaísmo, el cristianismo, el islam y el bahaísmo, donde se venera como profeta, legislador y líder espiritual.

Juntos en Suiza hemos estado en Zúrich al pie de los Alpes, que es la principal ciudad y motor financiero del país, así como en Lucerna arriba en las montañas y en Engelberg que está edificada dentro de estos maravillosos cerros, y años más tarde fuimos a Basilea, en las orillas del Rin.

Juntos hicimos un tour por Pest, antes de recorrer Buda y Obuda, visitamos el parque deportivo, las ruinas romanas, el parque de diversiones, el castillo en conmemoración de mil años de la conquista de Hungría, el monumento al escribá del Rey Adalberto IV, la Plaza Mayor de Budapest, y llegamos hasta el pueblo de San Andrés, que es un pueblo de artistas fundado en el siglo XII cuando la invasión de los mongoles, en las orillas del Danubio. Años más tarde volvimos a ese mismo pueblo en el que fuimos tan felices.

También juntos, hemos entrado y salido de Europa varias veces, desde y hacia América o Asia, algunas en vuelos en clase económica y otros en primera clase, cuya diferencia es enorme en materia de servicio y comodidad. Igual ha sucedido en algunos trenes que tienen tres clases con diferentes precios y en todas hemos andado juntos, escogiendo la Primera para viajes en los que dormiremos en el trayecto, como cuando lo hicimos entre Suiza y la República Checa, con una habitación con mayordomo en donde pudimos dormir la noche cómodamente.

En nuestro paso por Perú, en las tierras de Atahualpa, pudimos visitar, entre otras ciudades, Pisco y los acueductos de Pisaq, Pachacamac, Coricancha, Calca, Urubamba, Tambomachay, Qenqo, Machu Picchu, Raqchi, Pukapukara, Ollantaytambo, reserva de Paracas y Sagsaywaman; sin olvidarnos de Juliaca que es una ciudad sin ley, y posiblemente el lugar más feo que hemos visto en lo que conocemos del planeta; y por ahí, principalmente en el valle sagrado, conocimos las alpacas, vicuñas, y guanacos, y luego en Oceanía, mientras celebrábamos nuestro aniversario número 13, vimos el Wombat, búfalos, perros ovejeros, los koalas, los demonios de Tasmania y vimos ovejas blancas y ovejas grises, emúes, focas, caballos diminutos como un perro, Kiwis, Wallabees; también hemos visto venados rojos de cornamenta de 14 puntas, que te hacen sentir como estando en el corral de Santa, vacas peludas y cigüeñas con cría.

Juntos hemos visto pingüinos, aunque a estos últimos ya los habíamos visto en Perú; además alimentamos entre risas y gritos de alegría, a los maravillosos Canguros grises en Tasmania, días después conocimos los hermosos canguros rojos en el Alice Springs Desert Park, en donde también vimos cientos de aves en el Territorio del Norte de Australia,

Hospedados juntos en Hobbat fuimos a conocer las colinas de Rosny Hill, el "Royal Tasmanian Botanical Garden", Richmond, Glenorchy y el Zoológico Bonorong; y antes de volar a Sídney hicimos compras en el Mercado Sabatino Salamanca.

Juntos, por lo tanto, hemos estado en el Outback australiano, visitando el "Royal Flying Doctor Service", el "Alice Springs School of the Air", "The Post and Telegraph Office" y "Alice Springs Desert Park".

Caminamos entre árboles de eucalipto de tronco blanco, cuyo olor daba la maravillosa sensación de estar en tierra de koalas. Nos compramos un helado en una pequeña tienda que está ubicada en los terrenos que fueron del abuelo de Nicole KIidman, y estando en el hemisferio sur, justo debajo del hueco de la capa de ozono, sentimos como nuestra piel se cocinaba lenta o rápidamente, llegando a dañar mis anteojos con aumento.

Caminamos felices y encantados por las calles de Melbourne, disfrutando de su elegante sabor inglés, visitando el "Fitzroy Gardens", el "Queen Victoria Market" y "The Block", que es un "paseo" de calle a calle, como una copia de la galería de Milán. Nos subimos al piso 88 del "Eureka Tower" para tener vistas de la ciudad Sídney en 360 grados, mientras nos hospedamos en el Rendezvous Hotel, y días después estuvimos en "Sky Tower" para ver la ciudad de Auckland desde mucha altura. También vimos la Antigua Aduana, el Ayuntamiento, la Casa del Parlamento el Santuario de la Memoria, que conmemora a los 114.000 hombres y mujeres de Victoria, que sirvieron en la Primera Guerra Mundial, y llegamos a tiempo para presenciar la ceremonia en recuerdo de estos soldados en el "Shrine of Remembrance" en "Gallipoli Memorial Garden". Fotografiamos el monumento "888" que representa las libertades o derechos del trabajador, en donde cada ocho significa las horas de trabajo, las horas de entretenimiento y las horas de descanso.

Juntos estuvimos en "Kata Tjuta" que es una de las mayores atracciones del Parque Nacional "Uluru-Kata Tjuta", siendo a su vez uno de los mayores monolitos del mundo, con más de 348 metros de alto, más que la Torre Eiffel, 9 kilómetros de contorno y 2.5 kilómetros bajo tierra; un lugar sagrado para los aborígenes australianos y desde 1987 es Patrimonio de la Humanidad. También es conocida como "El ombligo del mundo", y es uno de los íconos naturales más famosos de Australia. Todo este parque es más de dos veces el tamaño de Singapur.

Juntos en Cairns, mientras nos hospedábamos en el Hilton y con vistas del Mar de Coral desde nuestra ventana, fuimos al "Wildlife Park de Hartley" o "Hartley´s Crocodile Adventur" en "Wangetti" para una visita de cerca a una granja de cocodrilos, antes de conocer Port Douglas camino a "Wetherby Station Dinner" para conocer la vida de los ganaderos del continente; y a nuestro regreso a la ciudad, en las horas del atardecer, pudimos ver a los kanguros rojos correr libremente por las praderas, de manera silvestre. ***

Juntos abordamos un catamarán de alta velocidad en el parque patrimonio de la humanidad "La Gran Barrera de Marina", que es considerado una de las siete maravillas naturales del mundo, en donde está "La gran barrera de coral", y aprovechamos para conocerla en un submarino y luego por nuestra cuenta y con cámaras especiales haciendo snorkeling junto a una isla de arena blanca y miles de aves descansando.

Juntos fuimos al centro cultural aborigen "Tjapukai", bailamos con ellos, aprendimos el uso de los boomerangs y nos enseñaron a lanzar la jabalina. Juntos llegamos a Kuranda, cuyas elevadas temperaturas casi me hicieron perder el conocimiento, y aunque no tan altas como Abu Dhabi, la humedad del bosque tropical, luego de una lluvia de 5 minutos, aumentó la sensación de no poder respirar.

Juntos caminamos varias veces, desde el Holiday Inn Darling Harbour, por la Marina en Sídney, el "Studio", el "Concert Hall" y el "Joan Sutherland Theatre" de "The Opera House", e hicimos algunas compritas en Market City en esa misma ciudad, disfrutando de las decoraciones por el año nuevo chino, y subimos a "The Sidney Tower Eye" para tener vistas panorámicas.

Juntos volamos en Qantas Airlines a Nueva Zelandia, sobre el Mar de Tasmania, para aterrizar en Queenstown, que es como "El jardín secreto de Dios" con aguas glaciares y montañas nevadas, en donde filmaron el "Señor de los Anillos". Estando en este país pudimos conocer la isla del norte y la isla del sur, teniendo problemas en el aeropuerto a causa de nuestros pasaportes costarricenses que tienen dos numeraciones, el de identidad y el de la libreta; a pesar de que somos una de las muy poquísimas nacionalidades del mundo que usan un mismo número para todas sus identificaciones (cédula, licencia, seguro social, etc.).

Estando juntos en Nueva Zelandia aprovechamos para visitar "Te Anau" que es el segundo lago más grande del país, sin embargo el que reúne la mayor cantidad de agua, los acantilados del Pico Mitre, las cascadas y los fiordos de "Milford Sound", en el Parque Nacional "Fiordland", conocido como la octava maravilla del mundo, al lado de una dramática fractura de la corteza terrestre, el límite de las placas Pacífica y Australiana. También pudimos quedar maravillados al ver las enormes montañas verticales con miles de cataratas bajando por sus paredes; caídas de agua color blanco absoluto, como la leche, que cambiarían a turquesa cuando se junten con las aguas glaciares.

Juntos estuvimos en "Arrowstown" para admirar los edificios de madera que encierran gran colección de joyas, pepitas de oro, jade y artículos de lana. Visitamos la aterradora cárcel, seguida de una hermosa avenida custodiada por árboles traídos de Europa en los tiempos en que se permitía la entrada de productos que pusieran en riesgo de plagas al continente. Conocimos los géiseres de Rotorúa que hacen que toda la ciudad huela a azufre, en donde aprovechamos para cenar en una casa de nativos maoris neozelandeses.

Conocimos el pueblo indígena de Ohinemutu, e hicimos la ceremonia de saludo pegando las narices y las frentes mientras estrechábamos las manos. También estuvimos en "Te Puia", en "Kaitao Intermediate School" para compartir con niños locales y que nos hiciera la ceremonia "Powhiri", y en  "Te Whakarewarewatangaoteopetauaawahiao" para conocer la forma tradicional en que la gente de Nueva Zelandia tallaba la madera, hacían los tejidos y preparaban su comida.

Juntos en nuestro recorrido por el mundo, hemos volado sobre muchos lugares, como cuando lo hicimos al sur de Nueva Caledonia y la Isla de Fiji, o cuando pasamos al sureste de Hawai y Honolulu; también volamos sobre Haití, Islas Bahamas y las Islas Azores antes de alinearnos hacia Oporto en Portugal, con ruta a Madrid en España, y conectar luego con Barcelona en el mismo país.

También, de Roma a Estambul volamos sobre el Mar Mediterráneo y luego sobre el Adriático, después sobre Croacia, Bosnia Herzegovina, Serbia, Grecia y Bulgaria. Y pasamos por encima de Alejandría viajando entre Turquía y El Cairo.

Record de viajes:

En algún momento le comenté a Luis Fernando que me gustaba que cuando hiciéramos un viaje tuviéramos el siguiente en lista, o planeado, de manera tal que nunca estuviéramos sin planes de viaje. Por supuesto que a él le encantó la idea porque su mayor alegría es planearlos.

Obedeciendo a esto, perdimos un poco el control, y aunque hemos hecho muchos viajes importantes muy seguidos, nunca fue tan sobresaliente como el 2017/2018:

Enero del 2017 estuvimos en Oceanía, visitando Australia y Nueva Zelandia, con una paradita de algunos días para acomodarnos con el Jet Lag. En octubre de ese mismo año, unos ocho meses después, nos fuimos como destino final Egipto, aunque a la ida y al regreso pasamos unos días a Europa, y luego de El Cairo llegamos a Turquía, estando en Estambul y Capadoccia.

Entonces, en ese año, ya habíamos estado en América, Europa, Oceanía, África y Asia. Habíamos visitando todo el mundo en cuando a continentes habitados se refiere.

Dos meses después, y como lo habíamos comprado hacía un año y medio, nos fuimos en diciembre para el crucero por las Antillas Menores. Recuerdo que viendo las maravillosas aguas verde esmeralda que me tenían maravillado, Luis Fer me dijo que me esperara unos meses para que viera las azules de la Riviera Francesa.

Regresamos a Costa Rica para Navidad y la celebración de Año Nuevo, y en los primeros días del mes de enero del 2018, nos fuimos un mes para Santiago de Chile, para completar los seminarios Insight.

Esperamos que llegara el verano en Europa y nos fuimos un mes para Francia, recorriendo la costa azul, pasando por Niza y llegando hasta Mónaco.

De regreso a Costa Rica, y una vez que empezó el otoño en el norte del continente americano, nos fuimos tres semanas para Canadá, teniendo la más impresionante experiencia de los colores de la estación. Pasamos unos días en Pensilvania y regresamos a Costa Rica.

En noviembre de este 2018 mi hermano hizo el más grande de sus viajes. Dejó la tierra y se elevó al cielo, dejándonos a nosotros en tierra hasta nuevo aviso.

Once meses después estuvimos una semana en Panamá, tres meses después nos fuimos a jugar con la nieve a Pensilvania y un par de meses más empezó la pandemia del Corona Virus, que hasta nuevo aviso nos tiene parqueados en Costa Rica.

Situaciones incómodas en los viajes:

·       Una loca nos persiguió en Melbourne en Australia.

·       Nuestro tren descarrilado en Franfurt en Alemania.

·       Un guardaespaldas ruso me amenazó camino a la República Checa.

·       Tuvimos un aterrizaje de emergencia en New York a -18 grados.

·       Manejamos en una tormenta de nieve entre Canadá y Búfalo.

·       Un búfalo se tragó mi brazo en Nueva Zelandia.

·       Casi me muerde el Demonio de Tasmania en Tasmania.

·       Un bote descompuesto en las Antillas Menores.

·       Un perro que se me apareció y desapareció en una iglesia cerca de Taos en New México.

·       Un huracán en La Florida, que amenazaba el apartamento en Miami, y tuvimos que ir a poner bolsas de arena.

·       Tiburones nadaban cerca nuestro mientras hacíamos snorkeling en la Isla del Coco.

·       Desembarcamos en la isla Gorgona de Colombia, con tantas culebras venenosas que nos dejaron bajarnos porque la noche anterior no habíamos tomado licor, y cualquier mordida nos podrían poner el suero anti ofídico.

·       Un mal de altura, sorocho, en Los Andes en Perú.

·       Un bus descompuesto en los Alpes italianos, cerca de Suiza, en las Dolomitas.

·       Me pegué una borrachera marca diablo en New Orleans.

·       Tuve un colapso en las vértebras, en Argentina.

·       Escapamos de una Favela en Brasil mientras los habitantes no estaban muy contentos con nuestra presencia. Una semana antes de que empezara el mundial de fútbol.

·       Fuimos estafados por un vendedor ambulante en Estocolmo en Suecia.

·       Perdida la billetera en Barcelona, y encontrada más tarde, por milagro, en Suiza.

·       Tuve un resfriado y con calentura cerca de Washington.

·       Luis Fer tuvo un incidente de salud en NYC y tuvo que venir el médico al hotel.

·       Recorriendo callejuelas aparentemente peligrosas, en El Cairo en Egipto.

·       Unas vacaciones en Capadocia en Turquía, a 500 kilómetros de Siria.

·       Se me bajó la presión en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos.

·       París, semanas antes de que se quemara Notredame.

·       Chile, en Viña del Mar, un día antes de que se quemara la ciudad.

·       San Petersburgo, en Rusia, tratando de no ser asaltados por un chavalo con un oso.

·       Mordido por un perro en Croacia.

·       El miedo en el Castillo del Conde Drácula, en Transilvania en Rumania.

·       Una fuerte ventisca en Copenague, en Dinamarca, que nos rompió dos paraguas, mientras intentabamos que el viento no nos llevara.

·       Meses después otro ventolero nos rompió otro paraguas en Dresde en Alemania.

·       Estuvimos a 45 grados de temperatura en Abu Dhabi.

·       Una tormenta de invierno en New York.

·       En Polonia, en los campos de concentración nazi en Auschwitz, el más grande dolor jamás sentido.

Despedida:

Juntos hemos vivido una vida maravillosa; y hemos estado de la mano, nuestra conexión es privilegiada. Juntos hemos orado y hemos sentido la presencia de Dios bendiciendo nuestra unión.

Luis Fer y Vinny, juntos por siempre.

Amén

 

...continuará...

Agradecimiento:

Un agradecimiento especial para Aarón Alvarado que formó parte importante en aquellos días en que empezábamos nuestra vida juntos, y a María José Saenz, que como doctora me ayudó en una crisis en el Sur de América, inyectándome varias veces, incluso en sillas de aeropuertos.

Vale comentar cuatro personas que han sido muy importantes para nosotros, y no por nuestro recorrido en el mundo, sino por la paz y la tranquilidad que su actuar nos ha dado: a mi papá que en paz descanse; mi abuelita materna, Mami Esperanza,  que desde siempre tuvo una linda relación con Luis Fer; mi mamá (Vilma Cedeño) que ha sido apoyo y compañera en todo momento; y a Ligia Sánchez, que aunque es mi cuñada ha asumido el papel de la suegra que todos quisieran tener.

 

 

Vinicio Jarquín

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